MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los equipos de rescate que trabajan en la zona devastada por el terremoto de 7,2 grados en la escala Richter que sacudió ayer la provincia de Van, en el este de Turquía, y ha dejado ya al menos 264 muertos, han denunciado este lunes la falta de material adecuado para poder encontrar y sacar con vida a las personas atrapadas bajo los escombros.
"Estamos trabajando con herramientas primitivas, no tenemos equipos" adecuados, ha lamentado uno de los rescatistas en declaraciones al diario 'Hurriyet'.
Según el personal de emergencia, esta mañana escucharon voces que pedían ayuda debajo de los escombros a los que había quedado reducido un edificio y comenzaron a trabajar para tratar de llegar hasta los supervivientes. Sin embargo, los gritos dejaron de oirse hacia mediodía, por lo que solo han podido excavar para recuperar los cuerpos sin vida.
"No podemos llegar a los supervivientes lo suficientemente rápido", ha señalado un miembro de un equipo de rescate. Según el diario, los ánimos entre los rescatistas son bajos y algunos miembros no pueden sino llorar de frustración ante la situación.
Según han explicado, hay una máquina para encontrar a personas bajo los escombros pero solo hay una y está en el distrito de Ercis, el más afectado por el terremoto. Así pues, "gritamos en los edificios derrumbados, preguntando si hay alguien", explica un efectivo.
Entretanto, el ministro del Interior, Idris Naim Sahin, ha indicado que el número de muertos asciende ya a 264 y sigue habiendo cientos de personas desaparecidas, en su mayoría debajo de los escombros, según informa la cadena NTV. El viceprimer ministro, Besir Atalay, en declaraciones desde Van, ha precisado que hay más de 1.300 heridos.
Desde que se produjo el terremoto de 7,2 grados hacia las 12:41 horas de ayer y que duró unos 25 segundos, la zona se ha visto sacudida por más de 200 réplicas.