Los lahares son flujos de lodo originados por una erupción volcánica. Para detectar el paso de un lahar por una quebrada determinada se usan instrumentos denominados AFM (Acoustic Flow Monitor). Estos instrumentos fueron desarrollados por la USGS en la década de los 80 y se basan en las ondas acústicas que genera un lahar a su paso y que viajan a través del suelo. Actualmente contamos con nuestra propia versión de estos detectores, lo que nos permite mantener en funcionamiento la red.