21 de junio de 2011
Desde la publicación de nuestro informe especial del 02 de Junio pasado, el Volcán Tungurahua manifiesta una significativa disminución en su actividad. Al momento el número total de señales sísmicas diarias ha bajado desde alrededor de 20 a 50 eventos/día a menos de 10 eventos/día y el Indice de Actividad Sísmica muestra valores bajos con tendencia a disminuir aun más. Igualmente la red instrumental DOAS para el registro del gas SO2 ha detectado bajas concentraciones del mismo, registrando valores considerados como normales característicos de desgasificación pasiva observados durante los períodos entre-erupciones. Al mismo tiempo en lo que respecta a las manifestaciones superficiales se observan pequeñas emisiones de vapor de agua y no se ha detectado la presencia de ceniza ni se han producido explosiones desde principios del presente mes.
Dubbi, volcán que erupcionó, se encuentra a unos 350 kilómetros al norte de la capital de Eritrea y ha causado que algunas compañías aéreas anunciaran cancelaciones de vuelos a la capital y a las ciudades cercanas, como Addis Abeba, en Etiopía, que también se han visto afectadas por la nube volcánica, y donde el principal aeropuerto internacional podría permanecer cerrado.
Según las imágenes registradas, el espacio aéreo de Sudán también podría ser impactado por el volcán, ubicado en el cruce de una placa tectónica conocida como la depresión Danakil en la región del Mar Rojo de Eritrea.
En las últimas semanas, otros volcanes en el mundo han causado problemas al tránsito aéreo. Tal es el caso del Puyehue, ubicado en Chile, y el Grimsvötn, de Islandia. (Con información de Latinhub)
Fuente: http://www.larepublica.pe/15-06-2011/erupcion-de-volcan-africano-afecta-trafico-aereo
MARTES 14/06/11Pueden permanecer semanas (en algunos casos hasta dos meses) en la atmósfera y aunque son partículas pequeñísimas (menores a un grano de azúcar) ponen en serio riesgo las operaciones aéreas. Estas partículas que provienen de la ceniza emitida tras una erupción volcánica pueden provocar daños en las ventanas de las aeronaves, debido a la fricción o rozamiento que ejercen.
De esta manera pueden generar una disminución significativa de la visibilidad de los pilotos durante el vuelo. El otro peligro asociado con los viajes aéreos es la posibilidad de que estas partículas de ceniza ingresen en las turbinas y alteren su funcionamiento.
El ecuatoriano Mario Ruiz, jefe del Área de Sismología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, dice que la ceniza contiene partículas de silicato, elemento abrasivo que disminuye el flujo de aire que ingresa en los motores de la aeronave. El mayor peligro es que estas partículas pueden ingresar al interior del motor y solidificarse y, por lo tanto, afectar su operación.
El vulcanólogo e investigador ecuatoriano Gorki Ruiz precisa que las nubes de ceniza dependen del tamaño de la erupción, es decir, del material lanzado a la atmósfera y el grado de fragmentación del magma. A mayor fragmentación, partículas más finas y mayor la altura de la nube eruptiva alcanzada sobre el volcán. En este sentido, las nubes de ceniza pueden viajar cientos de kilómetros, e incluso miles.
Según Gorki Ruiz, el trayecto de las partículas depende básicamente del tamaño, ya que las partículas más grandes caen en las cercanías del volcán, mientras que las más pequeñas prácticamente pueden flotar y ser transportadas por los vientos a grandes distancias del centro de emisión.
La nube de ceniza, proveniente de la última erupción registrada en el complejo volcánico Puyehue Cordón Caulle, en el sur de Chile, también fue transportada por el viento a grandes distancias y por eso generó inconvenientes en el tráfico aéreo del Cono Sur al cancelarse decenas de vuelos en aeropuertos de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Paraguay.
Mario Ruiz dice que hay algunos centros de vigilancia que alertan a las aerolíneas sobre la presencia de ceniza. El Instituto Geofísico envía los reportes al Centro de Alerta de Ceniza Volcánica, en Washington, Estados Unidos, cuando hay peligro por partículas de ceniza. “Sabemos que desde Washington se envían reportes, con claves especiales a las direcciones de aviación de la región”. Este centro, dice, es responsable de establecer un control desde Ecuador hacia el norte. Entre otras tareas, se determina a qué altura están las partículas de ceniza, en qué dirección se mueven y otros parámetros.
Para Gorki Ruiz, el papel de la dirección y velocidad del viento es importante. En algunas zonas del planeta, las direcciones del viento son estacionales: en la erupción del volcán Puyehue el viento dominante en esta época del año, sopla desde el oeste hacia el oriente y por eso las nubes de ceniza generadas viajan al este de Chile. De esta manera, afectó a Argentina y llegó incluso hasta Australia y Nueva Zelanda, a más de 9 000 km de distancia.
En Ecuador, en la erupción de mayo del 2010, el Tungurahua lanzó una columna eruptiva de 13 km sobre el volcán, y los vientos llevaron las finas partículas hacia el oeste, obligando al cierre del aeropuerto de Guayaquil.
Pérdidas entre los ganaderos
Fuente: http://www.elcomercio.com/mundo/viento-puede-transportar-ceniza-volcanica_0_498550273.html
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