Si alguien quiere pronosticar un sismo, debe indicar el lugar donde se va a presentar, la fecha en que va a ocurrir y la magnitud; sin embargo, esto no es posible, porque en ningún lugar del mundo existe ninguna herramienta científica que permita predecir los sismos, afirmó Arturo Iglesias Mendoza, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IG) de la UNAM.
Después de los desastres ocurridos en Japón, Haití y Chile, la sociedad es muy sensible al tema de los sismos, por lo que resulta indispensable que los científicos aportemos ideas para distinguir los mitos de la realidad sobre este fenómeno de la naturaleza, consideró Iglesias Mendoza.
El investigador señaló que en los registros de visitas y clicks del sitio web del Servicio Sismológico Nacional (SSN), organismo operado por el IG de la UNAM, se han registrado incrementos de visitas en fechas en que ocurren sismos que se sienten en la México, de gente que quiere informarse y saber más sobre movimientos telúricos.
Por otro lado, dijo, también se han observado incrementos de clicks y visitas en el sitio web del SSN relacionados con rumores, como sucedió en abril de 2007, cuando se corrió el rumor de que un sismo de gran magnitud era inminente y por varios días esta página tuvo un incremento de accesos, llegando incluso a saturar el sitio.
La cantidad de gente que cree los mitos relacionados con los temblores no es despreciable, agregó, por eso "para nosotros los sismólogos es importante desmentirlos y dar a conocer lo que la ciencia sabe del comportamiento de la Tierra", dijo.
Derrumbando mitos
Uno de los mitos más comunes entre la gente es que Dios manda los sismos, comentó, un ejemplo de lo extendido de este mito son las declaraciones en un medio electrónico de Pat Robertson, un portavoz cristiano estadounidense quien aseguró que el reciente sismo ocurrido en Haití fue un castigo divino, por pactar con el diablo su independencia.
El doctor en Geofísica por la UNAM señaló que aunque la fe es difícil de contrastar con la ciencia, hay que tomar en cuenta datos como el hecho de que los sismos no se distribuyen de manera aleatoria en el planeta, sino que hay zonas como la costa del Pacífico y una zona del Caribe, donde los sismos son comunes y que Haití está ubicado precisamente en una zona sísmica.
Expresó que si los sismos fueran mandados por Dios, seguramente no ocurrirían en lugares santos, como por ejemplo el sismo que afectó la Catedral de Asís, en Italia.
Otro mito, añadió, es la supuesta predicción que hacen algunos famosos adivinadores de la ocurrencia de un sismo. El investigador comentó que él personalmente recopiló las predicciones de la extinta adivina Giovana, quien en su guía astrológica para 2006 pronosticaba grandes terremotos, "en los que moriría mucha gente, más que en todas las guerras".
La adivina Giovana vaticinó para ese año terremotos constantes en América que destruirían las ciudades canadienses de Toronto, Montreal y Otawa, así como la caída del rascacielos Empire State, la Estatua de la Libertad y la Torre de Pisa.
El sismólogo señaló que en la lista de los sismos del año 2006, el más fuerte fue registrado en las islas Tonga, en Asia, y el que ocasionó el mayor daño fue en Java y que, aunque sí hubo muertos en los dos casos, los eventos sísmicos de ese año no coincidieron con las predicciones de la adivina.
El científico indicó que en el Servicio Sismológico recibieron en el año 2007 un correo electrónico en el que se advertía que un señor, heredero de la tradición maya, pronosticaba un gran sismo para el 24 de mayo de ese año, paradójicamente, el SSN no reportó ningún sismo de importancia ese día.
Algo de todos los días
El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM dio a conocer que, de acuerdo con los reportes del Servicio Sismológico Nacional del año 2010, los sismos que más se reportan son de una magnitud de 4 grados en la escala de Richter y se registra, por lo menos, un sismo diariamente, por lo que las "predicciones" tienen todas las posibilidades de acertar.
De acuerdo con el científico, existen otros mitos en los que se cree que los sismos están relacionados con fenómenos naturales, como la lluvia, un determinado aspecto del cielo, las nubes o, incluso, la Luna llena. También se piensa que hay meses del año en los que tiembla más, aunque los registros del SSN muestran que esta creencia es errónea.
Por otro lado, están los mitos que mezclan cierta información científica con rumores o creencias sin fundamento, por ejemplo, que antes que ocurra un sismo los animales presentan un comportamiento anómalo. Algunas instituciones, agregó, han realizado investigaciones al respecto, sin resultados concluyentes.
El concepto de la brecha sísmica, comentó, es un periodo en el que una interacción entre las placas de la Tierra no produce sismos y la energía se acumula, como sucede actualmente en el estado de Guerrero, donde no ha habido un sismo importante desde 1911.
Muchas personas utilizan este concepto para respaldar sus vagas predicciones, diciendo que pronto ocurrirá un terremoto y que los sismólogos también lo esperan.
"La realidad es que los sismólogos no esperamos un sismo en la costa de Guerrero, sino que sabemos que va a seguir temblando ahí y en toda la costa del Pacífico, porque las condiciones geológicas no cambiarán en el corto plazo", aclaró Arturo Iglesias.
En conclusión, dijo, es importante que la población sepa que en México la mejor forma de protegerse de los efectos de un sismo consiste en escuchar la alerta que detecta el momento en que se produce un movimiento de la Tierra en las costas del Pacífico, y seguir las indicaciones de las autoridades de protección civil.
El sismólogo aseguró que esta alerta sísmica es confiable, pues viaja por ondas de radio a la velocidad de la luz, mientras que las ondas sísmicas más lentas viajan aproximadamente a tres kilómetros por segundo. No se trata de un sistema de predicción, sino de alerta temprana, destacó.
(Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM )
Quito, 2 de noviembre de 2011
Desde las 09H18 (tiempo local) del día 1 de noviembre de 2011 hasta las 08h46 (tiempo local) del 2 de noviembre de 2011 la Red Nacional de Monitoreo Sísmico del Instituto Geofísico (RENSIG) registró un importante número de sismos localizados bajo la laguna de Cuicocha. Dichos sismos tienen magnitud entre 1.0 a 2.5 y se localizan a menos de 6 km de profundidad. Por las características mencionadas se pueden señalar que este enjambre sísmico está conformado por 149 eventos de magnitud considerada como pequeña. De acuerdo a los reportes emitidos por el cuerpo de Bomberos de Cotacachi, en la mañana de hoy fueron percibidos 2 sismos en la zona del Hotel Cuicocha, ubicado cerca a la laguna.
A partir de 08h46 (tiempo local) del 2 noviembre, la actividad ha disminuido de manera importante, sin registrarse más eventos sísmicos hasta el cierre del presente informe. Es necesario que la población siempre se mantenga atenta a los informes que emiten los medios autorizados en caso de que las condiciones sísmicas cambien o se incrementen.
Figura no.1 Registro sísmico de la estación COTA del día 1 de noviembre de 2011. La estación COTA se ubica a 4 km al noreste del centro de la Laguna de Cuicocha
Figura No.2 Registro sísmico de la estación COTA del día 2 de noviembre de 201. La estación COTA se ubica a 4 km al noreste del centro de la Laguna de Cuicocha
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
LT/MS/AC/SV
15:00 (tiempo local)
30 de octubre de 2011
No sólo las fuerzas de la naturaleza podrían ser las causantes de los terremotos en nuestro planeta. Hace más de 50 años que megaproyectos de ingeniería humana estarían causando movimientos telúricos, según el profesor e investigador Leonardo Seeber, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, en Nueva York.
En un artículo publicado por The New York Times, el investigador apunta como ejemplo un terremoto “terrible” ocurrido en 1967 en la India, y que se asoció con la construcción de la presa Koyna.
"Sin duda éste y muchos otros terremotos fueron provocados por la acción humana", dijo Seeber. Sin embargo, es difícil distinguirlos de los desastres de causa natural porque –dice el investigador- “los representantes de las empresas por lo general se niegan a admitir la responsabilidad y hacen difícil obtener datos que confirmen esta influencia'', dijo.
Según sus investigaciones, un pequeño aumento de la presión en un terreno donde se construye una obra de ingeniería puede conducir a la ruptura de una falla geológica.
Seeber sostiene que las intervenciones humanas que causan estos desastres pueden ser de dos tipos: las que cambian la presión en la corteza, como -por ejemplo- la construcción de lagos artificiales, que aumentan la presión, y la explotación de canteras y yacimientos de petróleo, que la disminuyen.
Seeber dice que es poco probable que los procesos hidráulicos humanos –que utilizan un gran volumen de agua, arena y productos químicos- causen terremotos en sí, pero la liberación de los líquidos involucrados, probablemente puede terminar en eso.
LA PRESA KOYNA
En el sismo de la presa Koyna, que ocurrió en 1967, más de 120 personas murieron y muchas más resultaron lesionadas cuando un terremoto de magnitud 6.5 Richter se produjo en el área de la recién construida presa. Se cree que el inmenso peso del agua cambió la presión sobre el suelo.
Se piensa que el sismo de magnitud 5 Richter que sacudió en mayo de 2001 el Mar del Norte entre el Reino Unido y Noruega fue causado por una liberación de presión debida a la extracción de petróleo y gas.
En 1967, montañas de desechos que se habían inyectado en las Montañas Rocallosas activaron un terremoto de magnitud 5.5 debajo de Denver, Colorado.
31 de octubre de 2011
La erupción en la isla de El Hierro no ha terminado. Los seísmos se han desplazado al norte de la isla y ayer se registraron dos de magnitud 3,9, los mayores desde la primera erupción submarina, al sur de la isla. El primero de los terremotos se registró a las 7.46 y el segundo, a las 13.05, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), que ya admite que "entre las opciones principales" está "que el proceso disminuya o que evolucione hacia una erupción situada, con mayor probabilidad, en el mar, con las características de la que se está desarrollando al sur".
El buque oceanográfico Ramón Margalef ya barrió el jueves el norte de la isla para conocer el fondo marino y buscar indicios de vulcanismo. El terremoto de 3,9 es el mayor registrado desde que uno superior a cuatro disparó la primera erupción submarina.
Los modelos de predicción señalaron que las zonas con más probabilidades para que saliera el magma eran el norte y el sur de la isla, en el mar pero cerca de la costa. El desplazamiento al norte puede implicar un mayor problema para la población, ya que allí está el municipio de Frontera, el motor económico de la isla, mientras que al sur solo hubo que desalojar La Restinga, de 600 habitantes.
Nemesio Pérez, del Instituto de Volcanología de Canarias (Involcán), explica que "este repunte puede introducirnos en una fase eruptiva en El Hierro". "Puede ocurrir", dice, "por donde están los epicentros", al norte de la isla. Pérez señala que "la emisión de CO
2 del edificio volcánico subió hasta las 990 toneladas por día antes de que, el 10 de octubre, se registrara el tremor volcánico, cuando el valor más alto que se considera normal es de 860 toneladas. Y ahora ha vuelto a subir y ronda las 914".
La portavoz del IGN, Carmen López, admitió también el "evidente" un aumento de la sismicidad. "Hemos registrado el mayor sismo desde que se inició la erupción", dijo. Por el momento, las autoridades no contemplan el desalojo del municipio de Frontera.
Durante la madrugada se han producido otros movimientos sísmicos menores. Una media hora antes del más potente, a las 7.13, se registró otro de 3,2 de magnitud, también en Frontera y a la misma profundidad que el anterior. Y a las 8.15 tuvo lugar el tercero en magnitud, 3,0, también a 22 kilómetros de profundidad.
Las condiciones para que ocurra en Managua una catástrofe de grandes magnitudes parecen estar dadas: amenaza de sismos, mala calidad de los materiales y de las construcciones, falta de supervisión de la comuna capitalina en la elaboración de materiales y en la construcción de obras, y advertencia de colapso de grandes edificaciones.
Francisco Campos tiene 17 años de ser albañil. De su trabajo depende la seguridad de mucha gente que le encomienda la construcción de sus hogares.
Sin inmutarse, Campos revela que en Managua no se construye de acuerdo con lo que establecen las normas de construcción, pero se libra de culpa cuando asegura que sus clientes así lo deciden después de que él les advierte de un eventual colapso de la infraestructura ante un sismo, si no invierten lo necesario para cumplir con esas reglas.
“Siempre le digo al cliente: ‘Mire, esta pared le va a quedar débil, se le va a romper al poco tiempo. Si así le parece, después no me culpe’”, relata Campos, quien es una de las 5 mil personas que se dedican al negocio de la construcción en el sector informal en Managua, según estimaciones del Ministerio del Transporte e Infraestructura, MTI.
La pobreza en algunos y la tacañería en otros son suficientes para que los managuas ignoren las consecuencias de un terremoto de gran magnitud, como los ocurridos en marzo de 1931 y en diciembre de 1972, en el último de los cuales se calcularon alrededor de 10 mil muertos, más de 20 mil heridos y el 60% de la infraestructura de Managua destruida, lo que en pérdidas materiales sumó más de US$845 millones.
Construcciones vulnerables
De acuerdo con el Estudio de Vulnerabilidad Sísmica de Managua, presentado en agosto de 2005, en al menos la mitad de 260 casas inspeccionadas de forma aleatoria en cinco distritos de Managua, en un espacio de 10 manzanas, no tienen información o es errónea sobre el material utilizado para su construcción.
Ese estudio fue elaborado por la firma WorldInstituteforDisasterRisk Management, Inc., de Alexandria VA, USA, entre enero de 2004 y febrero de 2005, como parte de un plan de reducción de vulnerabilidad ante “desastres naturales”, que sería ejecutado por los estatales Sistema Nacional de Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Sinapred) y el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, Ineter.
Los investigadores usaron de referencia los registros de catastro proporcionados por la Alcaldía de Managua, ALMA: “Como resultado de las inspecciones realizadas, se pudo establecer que la principal fuente de errores en la determinación del sistema estructural es la incongruencia entre el contenido de catastro y lo realmente observado en el lugar”, se lee en la página 13 del documento.
Los inspectores contrastaron la información suministrada por ALMA con la encontrada en el campo, al verificar el material de paredes exteriores, número de niveles, material de la cubierta, su uso, número de ocupantes, horarios de mayor ocupación, sistema estructural y el material de entrepiso.
Supervisión ausente
Dionisio Marenco, exalcalde capitalino (2005-2009), revela que la comuna no tiene una supervisión exhaustiva que garantice que se construya de acuerdo con el Reglamento Nacional de Construcción (RNC), como lo establece el artículo dos de ese documento, y menos que se cumpla fielmente con un plan de ordenamiento territorial de Managua.
“Hay muy poca capacidad para darle un seguimiento disciplinado a eso (construcciones en Managua), porque no tenés el personal suficiente para estar sobre cada construcción, viendo si cada estribo de una viga lleva el número de hierro, si vas a hacer las suficientes conexiones entre columna y viga”, afirma Marenco.
Óscar Escobar, Director General de Normas de Construcción y Desarrollo del MTI reconoce que esa cartera debería actuar como ente regulador de las construcciones, de acuerdo con el artículo 25 de la Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo (Ley 290), sin embargo, se limitan a emitir licencias y normas de construcción.
“El MTI elabora esas normas, y les corresponde a las municipalidades de cada región la aplicación”, explica Escobar. Asegura que existe una nueva cartilla de la construcción dirigida a maestros de obras, ingenieros civiles recién graduados y funcionarios de las alcaldías para garantizar la construcción de acuerdo con las normas. Sin embargo, el funcionario del MTI no brindó copia de esa cartilla y tampoco está disponible en el sitio oficial www.mti.gob.ni.
Materiales de mala calidad
De 28 fabricas de bloques que el MTI registra en la capital, 21 (75%) no cumplen con garantizar un bloque de concreto de calidad al no contar con la suficiente comprensión, tal como se establece en el artículo 61 del Reglamento, según verificaron los laboratorios de esa cartera.
Las fábricas que no cumplen son: Ladrillerías San Juan, “Karen”, Atlas; las fabricas de bloques Santa María, Fuentes Vivas #2, San Agustín, “Ebenezer”, “Geremías” 33-33, “Claudia Mendoza”, Santa Julia, Pinar del Río, Hermanos Silva, “Rolando Rosales”, “Elvis Toruño”, El Nuevo Bóer, “Danielka”; las ventas de materiales de construcción “Morales”, “Guerrero”, San Gabriel, San Luis, y la Asociación de Redes de Solidaridad.
Desde el 25 de mayo reciente solicitamos una entrevista al director de Medio Ambiente y Urbanismo de ALMA, Arlong Salgado, para conocer su versión sobre las inspecciones a la construcción de edificios, participación en la verificación de la calidad de materiales de construcción y en la aplicación del Plan de Ordenamiento Territorial de Managua, pero no ha habido respuesta.
“El 70% de los materiales que se producen no tienen control de calidad. Te estoy hablando de los bloques, incluso de la piedra cantera, de piedrines, entonces, si no tenemos control de calidad estamos construyendo a la ciega, estamos construyendo con un alto riesgo”, dice Dionisio Rodríguez, Director del Instituto de Geología y Geofísica de la UNAN-Managua.
Adicional a la mala calidad de los materiales producidos en fábricas de bloques, muchos capitalinos construyen con hierro usado sin ninguna certificación, que compran en las chatarreras, según confirmó Marcos Lagos, quien se dedica al negocio de la venta de hierro desde hace 39 años, después del terremoto de 1972.
“Nosotros íbamos a sacar varillas, de ahí surgió el negocio”, refiere Lagos. Confirmó que desde ciudadanos comunes hasta ingenieros de renombre llegan hasta su negocio a comprarle hierro para construcciones pequeñas, medianas y grandes.
Lagos negó que instituciones estatales lleguen a inspeccionar la calidad del material que venden y los demás negocios similares, sin embargo, afirmó enérgicamente que paga los impuestos a la Dirección General de Ingresos (DGI) de forma cumplida.
Peligro de grandes edificios
El estudio Vulnerabilidad Sísmica de Managua, revela, además, que la mayoría de grandes edificios ubicados en la capital representan peligro para la población, al existir grietas, degradación y fisuras debido a la humedad y a las reparaciones inadecuadas, que las hacen vulnerables ante los sismos.
Entre los más vulnerables están la antigua Catedral de Managua. “Su resistencia sísmica (de la antigua catedral) es casi nula, y es muy probable que colapse por completo, aun ante sismos de mediana intensidad… El valor que tiene para la ciudad es incalculable, y su pérdida total será muy lamentable y un duro golpe emotivo para la población”, señalan los resultados del estudio.
La actual Catedral de Managua, edificada en 1993, su configuración en la planta, su elevación irregular y la complejidad arquitectónica, sumado a los cambios exagerados en la estructura, podrían “ser causantes de efectos indeseables ante solicitaciones sísmicas”, revela el documento.
El plenario de la Asamblea Nacional funciona en un edificio construido en 1938, y luego del terremoto de 1972 la infraestructura sufrió daños ligeros, que si bien fueron reparados, los resultados de la inspección determinaron que la estructura no fue reforzada.
El edificio central del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, construido entre 1960 y 1961, y que sufrió serios daños en el terremoto de 1972, y luego fue reforzado en 1997 con adición de muros y encamisado de las columnas de concreto, durante las inspecciones se observó que “no existe reparación entre la torre y las alas del edificio… el piso de la azotea, de las alas del edificio, presenta múltiples grietas longitudinales, las cuales pudieron ser reflejo de fisuras en la losa”.
Bomberos necesitan ayuda
Malas reparaciones, corrosión avanzada, grietas debido a la humedad y deterioro de las estructuras son algunos de los problemas que se presentan en otras grandes edificaciones de Managua: Teatro Nacional “Rubén Darío”, el actual y anterior edificio de Telcor, Palacio de la Cultura, Palacio de Correos, Plaza Inter.
De igual forma, el estudio señala la urgencia de reparar y reforzar el edificio de los bomberos en sus columnas, las cuales podrían colapsar en caso de terremoto y dejar sin atención a la población.
“Sin duda, merece una atención prioritaria de las autoridades, con el objeto estar en posibilidad de atender la emergencia que se presentará luego de eventos sísmicos de mediana y de gran magnitud”, reza el documento.
En el caso del mercado “Roberto Huembes”, cuya construcción concluyó en 1979, los resultados de las inspecciones señalan varias vulnerabilidades estructurales, como columnas muy deterioradas por la corrosión, muros y losas adosadas a columnas, y la diferencia entre altura de columnas. Eso significa que de ocurrir un terremoto en momentos que transita mucha gente por ese centro de compras, podría resultar catastrófico para los visitantes.
(Con la colaboración de María José Salgado)
Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/especiales/231667-construcciones-peligrosas-acechan-a-managuas
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