ERCIS, TURQUÍA (24/OCT/2011).- Decenas de miles de personas pasaron una segunda noche bajo telas, en vehículos o acurrucados en torno a pequeñas fogatas en pueblos que fueron sacudidos por las réplicas posteriores a un poderoso terremoto en el este de Turquía que dejó cientos de muertos.
En la noche del lunes, la cifra de muertos dejados por el terremoto del domingo había aumentado hasta 279, pero cientos más aún están desaparecidos.
Las víctimas se concentraban en el pueblo de Ercis y la capital provincial de Van, donde funcionarios aún revisaban y confirmaban las víctimas en las aldeas cercanas.
"Fue como el Día del Juicio Final", dijo Mesut Ozan Yilmaz, de 18 años, quien sobrevivió durante 32 horas bajo los escombros de un salón de té donde estaba pasando tiempo con unos amigos.
Ileso, con la cara aún sucia por la tierra y el polvo, acostado en una cama de hospital bajo una gruesa frazada, Yilmaz realizó un escalofriante relato al canal de noticias CNN Turk sobre cómo sobrevivió al lanzarse bajo una mesa.
"El espacio que teníamos era tan estrecho. La gente peleaba por más espacio para sobrevivir", dijo Yilmaz.
"Yo apoyé mi cabeza en los pies de un hombre muerto. Yo sé que ahora estaría muerto si me hubiese derrotado psicológicamente", agregó.
Mientras las familias se preparaban el martes para sepultar a sus muertos, otros se mantenían vigilantes frente a los montones de escombros y albañilería, rezando para que los equipos de socorristas encuentren a sus seres queridos con vida.
Los equipos de rescate concentraron sus esfuerzos en Ercis, un pueblo de 100.000 habitantes que fue el más golpeado por el sismo de magnitud 7,2.
Sin suficientes carpas
La Media Luna Roja turca distribuyó hasta 13.000 tiendas de campaña, y se preparaba para brindar refugio temporal para unas 40.000 personas, aunque no hay estimaciones confiables sobre la cantidad de personas que quedaron en la indigencia.
La agencia de ayuda fue criticada por no poder garantizar que algunos de los más necesitados, especialmente en las aldeas, recibieran carpas mientras las temperaturas caían durante la noche.
"Nos enviaron 25 carpas para 150 casas. Todos están esperando afuera, nosotros tenemos niños pequeños, no nos queda nada", dijo Ahmet Arikes, de 60 años y líder de Amik, una aldea en las afueras de Van que quedó reducida a escombros.
Imágenes de televisión mostraron a hombres desesperados presionando con fuerza para conseguir las carpas desde el fondo de un camión de la Media Luna Roja.
"No creo que la Media Luna Roja haya sido lo suficientemente exitosa en la distribución de carpas. Hay un problema en ese tema", dijo Huseyin Celik, vicepresidente del gobernante Partido AK, al canal de noticias CNN Turk. "Me disculpo ante nuestro pueblo", agregó.
Poco después, el presidente de la agencia de ayuda dijo al canal de noticias que 12.000 carpas adicionales serían enviadas a Van el martes. El vice primer ministro, Besir Atalay, quien supervisa las operaciones de ayuda en Van, prometió: "Desde hoy no habrá nada que le falte a nuestro pueblo".