El presente estudio fue realizado por la Srta. Gabriela Andrade, estudiante de la Universidad Central dle Ecuador bajo la dirección del MSc. Jorge Bustillos, vulcanólogo del Instituto Geofísico. Para saber más, descargar documento adjunto.
Introducción
El Tungurahua es uno de los volcanes más activos de nuestro país, durante los momentos de actividad, se ha caracterizado por la emisión continua de ceniza, vapor y otros gases y la ocurrencia de fuertes explosiones que forman kilométricas columnas de gases y ceniza y que frecuentemente producen detonaciones audibles (cañonazos), así como también de flujos piroclásticos. Al contrario en los momentos de poca o escasa actividad, solo se observan emisiones de vapor y gases con escasa presencia de ceniza. Ambas situaciones se encuentran acompañadas de flujos de lodo o lahares originados por el mismo material sólido expulsado por el volcán en anteriores erupciones y depositado en los flancos del mismo, además de intensas lluvias en el sector, abruptas pendientes del edificio volcánico, poca permeabilidad del terreno y también a la gravedad.
El Instituto Geofísico, ha realizado continuos monitoreos a este fenómeno de gran relevancia para poder alertar a las comunidades más vulnerables (parte occidental del volcán) a tiempo y así evitar decesos. El sistema que posee el Instituto permite conocer rápidamente la intensidad, magnitud, lugar y número de eventos suscitados. Considerando el promedio, la frecuencia, tamaño y ubicación; y ayudados de los informes semanales emitidos por el OVT, se decide continuar realizando el respectivo análisis estadístico iniciado en 2008 (Bustillos y Mac Farlin, 2008).