22 de Julio de 2011
La central de Hamaoka está paralizada desde el pasado mayo por orden del primer ministro japonés, Naoto Kan, por motivos de seguridad tras el accidente en la planta de Fukushima Daiichi, gravemente dañada por el tsunami del 11 de marzo.
Chobu Electric detalló hoy que tiene previsto invertir cerca de 100.000 millones de yenes (unos 884 millones de euros) para levantar el gran muro, que tendrá una longitud de 1,6 kilómetros, para evitar que la central sea alcanzada por una masa de agua en el caso de un gran seísmo. La central de Hamaoka se levanta en un área sísmica en la que los expertos prevén que en algún momento se produzca un temblor con una magnitud cercana a los 8 grados en la escala abierta de Richter.
En previsión de ese posible terremoto, Chobu planeaba construir una barrera de doce metros de altura ante la planta, aunque tras lo ocurrido en la de Fukushima ha decidido elevarla hasta dieciocho. La central de Fukushima Daiichi fue golpeada el 11 de marzo por un tsunami con olas de hasta 15 metros causado por un fuerte terremoto de 9 grados Richter que sacudió el noreste del país.
La catástrofe paralizó el sistema de refrigeración de los reactores de Fukushima y desató una crisis nuclear, la más grave en 25 años, todavía abierta.
La planta de Hamaoka tiene cinco reactores, de los que dos están fuera de servicio y los otros tres permanecen paralizados por orden de Naoto Kan desde mediados de mayo, a la espera de que se fortalezcan las medidas de prevención de terremotos y tsunamis. La central está construida en la costa de la ciudad de Omaezaki detrás de un montículo de arena de entre 10 y 15 metros de altura, por lo que inicialmente sus responsables no consideraron necesario construir una barrera en el mar.
Japón tiene actualmente paralizados el 70 por ciento de sus 54 reactores nucleares por seguridad o por mantenimiento, lo que ha provocado una situación de escasez energética ante la que el Gobierno ha pedido a empresas y ciudadanos que ahorren hasta un 15 por ciento de electricidad este verano.
Chobu Electric detalló hoy que tiene previsto invertir cerca de 100.000 millones de yenes (unos 884 millones de euros) para levantar el gran muro, que tendrá una longitud de 1,6 kilómetros, para evitar que la central sea alcanzada por una masa de agua en el caso de un gran seísmo. La central de Hamaoka se levanta en un área sísmica en la que los expertos prevén que en algún momento se produzca un temblor con una magnitud cercana a los 8 grados en la escala abierta de Richter.
En previsión de ese posible terremoto, Chobu planeaba construir una barrera de doce metros de altura ante la planta, aunque tras lo ocurrido en la de Fukushima ha decidido elevarla hasta dieciocho. La central de Fukushima Daiichi fue golpeada el 11 de marzo por un tsunami con olas de hasta 15 metros causado por un fuerte terremoto de 9 grados Richter que sacudió el noreste del país.
La catástrofe paralizó el sistema de refrigeración de los reactores de Fukushima y desató una crisis nuclear, la más grave en 25 años, todavía abierta.
La planta de Hamaoka tiene cinco reactores, de los que dos están fuera de servicio y los otros tres permanecen paralizados por orden de Naoto Kan desde mediados de mayo, a la espera de que se fortalezcan las medidas de prevención de terremotos y tsunamis. La central está construida en la costa de la ciudad de Omaezaki detrás de un montículo de arena de entre 10 y 15 metros de altura, por lo que inicialmente sus responsables no consideraron necesario construir una barrera en el mar.
Japón tiene actualmente paralizados el 70 por ciento de sus 54 reactores nucleares por seguridad o por mantenimiento, lo que ha provocado una situación de escasez energética ante la que el Gobierno ha pedido a empresas y ciudadanos que ahorren hasta un 15 por ciento de electricidad este verano.