Tomado de: Diario Mercurio de Chile, 4 de enero de 2011
Aunque el sismo de este domingo fue de menor magnitud, causó menos daños y afectó a menos población que el terremoto del año pasado, sí se le puede usar como parámetro para apreciar cómo han cambiado las comunicaciones de emergencia del Estado.
La principal modificación -dice el subsecretario Jorge Atton- es que ya no hay dependencia de la red comercial, lo que impidió que las autoridades recibieran información oportuna tras la tragedia del 27 de febrero.
Actualmente, si la telefonía colapsa, se usa inmediatamente la red de emergencia de la Onemi, que emplea radiofrecuencia VHF/HF, y se empieza a operar con teléfonos satelitales que están en manos del Gobierno central, operarios de la Onemi, intendentes y jefes policiales en cada una de las regiones. Los alcaldes no disponen de este tipo de equipos.
Como respaldo adicional, también se utiliza la red Torrente del Ejército y el sistema de comunicaciones de Carabineros, que fueron mejorados para garantizar su operación ante una catástrofe, cosa que no ocurrió en el terremoto.
"Todo ahora está escrito en protocolos, se hacen simulacros y se prueban las redes diariamente", señala el subsecretario Atton.
La amplia red de radioaficionados de Chile es usada para coordinar la comunicación con la ciudadanía. De hecho, Arturo Fernández, radioaficionado de Temuco, estuvo operando los equipos en la Onemi regional y coordinando el contacto con otros radioaficionados de las zonas más rurales y apartadas que fueron afectadas por el movimiento telúrico.