Entre el 9 y el 11 de septiembre de 2024, un equipo del área de instrumentación y del área de vulcanología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron una visita al volcán El Reventador. El objetivo de la visita incluyó trabajos de mantenimiento en la red permanente de estaciones de monitoreo y diferentes tareas de vigilancia volcánica, tales como: sobrevuelos con dron (aeronave no tripulada; Figura. 1), secuencias térmicas de alta resolución y generación de modelos digitales de terreno.
Figura 1.- Fotografía aérea del cráter del volcán El Reventador visto desde el suroriente. La fotografía fue capturada mediante dron. (Fotos: E. Telenchana/IG-EPN).
El Reventador es un volcán en erupción localizado unos 90 km al oriente de la Ciudad de Quito, en las provincias de Napo y Sucumbíos. Este volcán ha permanecido en erupción desde 2002, cuando produjo una importante erupción con un índice de explosividad volcánica (VEI=4, por sus siglas en inglés) siendo catalogada como la más grande del último siglo en Ecuador.
La red de estaciones de vigilancia alrededor del volcán El Reventador se encuentra distribuida en sitios muy agrestes y de difícil acceso, a los que casi siempre se requiere la ayuda de un helicóptero o de logística muy compleja para efectuar las tareas de mantenimiento; por tal razón, los problemas e intermitencias en el funcionamiento son constantes. En tal virtud, uno de los objetivos de esta comisión fue dar mantenimiento y reconfigurar la transmisión de algunas estaciones (Figura. 2) para que funcionen de forma adecuada en caso de presentarse una emergencia.
Figura 2.- a) Fotografía con dron durante la búsqueda de la estación LAV4 en el flanco suroriental del volcán El Reventador. b) La estación LAV4 luego de la limpieza del sitio y de su mantenimiento, nótese la altura de la vegetación típica de la zona respecto a la antena de transmisión. (Fotos: M. Almeida – IGEPN).
De la misma manera, se realizaron trabajos de mantenimiento de los instrumentos en el sitio de nombre código OVR. Los trabajos en este punto consistieron en la reinstalación de la cámara VIGIA (térmica y visual; Figura. 3 - izquierda), pruebas de transmisión con la estación repetidora Lumbaqui, y descarga de datos sísmicos y de datos de desgasificación (instrumento DOAS y cámara UV). En adición, se recolectaron las muestras de ceniza de los cenizómetros permanentes, localizados en los diferentes sitios de trabajo (Fig. 3 - derecha).
Figura 3.- a) Fotografía de la estación OVR. En este sitio se encuentran ubicados diferentes equipos de vigilancia volcánica. b) mantenimiento de uno de los recolectores de ceniza (cenizómetro) en la estación OVR. (Fotos: E. Telenchana, M. Almeida/IG-EPN).
Así mismo, varios sobrevuelos de vigilancia fueron efectuados para obtener imágenes térmicas y visuales de la actividad del volcán.
En las imágenes térmicas capturadas con la cámara termal portátil (Fig. 4 a; FLIR T1020) y con la cámara acoplada a un vehículo aéreo no tripulado (Figura. 4 b; dron MAVIC 3T) se pudieron observar anomalías térmicas generadas por la actividad del volcán. Las temperaturas máximas aparentes (TMA) alcanzaron un máximo de 579 °C para el cráter suroriental (cráter activo) suroriental, y un mínimo de 86 °C para los campos fumarólicos del flanco nororiental. Estas temperaturas son consideradas como normales dentro de los niveles de actividad superficial del volcán.
Figura 4.- a) Cámara térmica portátil capturando una secuencia de imágenes de alta resolución, cuya TMA alcanza los 391 °C. b) Mapa de anomalías térmicas obtenido del procesamiento de las imágenes capturadas durante un sobrevuelo con dron. (Fotos y procesamiento: M. Almeida, E. Telenchana, B. Bernard /IG-EPN).
Finalmente, utilizando las imágenes visibles se pudo generar un modelo tridimensional de la cumbre para comparar con los modelos obtenidos en campañas previas. Se observa que las explosiones y flujos piroclásticos (nubes ardientes) generados en el cráter suroriental (Figura. 5.1) y en el noroeste (5.2), han erosionado partes externos del cráter y de los flancos del volcán. La erosión es más evidente en el flanco sur del volcán (Fig. 5.3, coloración azul en el mapa de resta de modelos digitales de elevación); por el contrario, en los cráteres y el flanco suroriental del volcán se puede observar la acumulación de material piroclástico y lava (Fig. 5.4), representada con una coloración naranja y roja en el mapa de la derecha de la Figura 5 (note la escala cuantitativa en metros).
Figura 5.- a) Modelo digital de terreno obtenido por la captura de las fotografías de rango visible mediante dron. b) Mapa de "Diferencia de Modelos digitales de elevación", en el que se aprecian las zonas erosionadas (color azul) y acumuladas (color naranja) material piroclástico por la actividad eruptiva del volcán.
El volcán El Reventador mantiene una Actividad Superficial catalogada como Alta y una Actividad Interna catalogada como Moderada, ambas con tendencia sin cambio. La actividad del volcán está caracterizada por la emisión de columnas de ceniza con alturas de aproximadamente 1600 m sobre el cráter y la eventual generación de flujos piroclásticos y rocas incandescentes (proyectiles balísticos) hasta los 800m bajo el nivel del cráter. El IG-EPN mantiene la vigilancia del volcán e informará oportunamente si se registran cambios importantes en su actividad.
El Instituto Geofísico agradece todas las facilidades logísticas prestadas por la Hostería El Reventador durante los trabajos de mantenimiento y vigilancia realizados en el volcán. Los vuelos de dron han sido realizados con la debida autorización de la Dirección General de Aviación Civil.
M. Almeida, E. Telenchana, B. Bernard, F. Vásconez Albán, I. Tapa, D. Sierra.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
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