Noticias

Noticias

Subcategorías

Sismos

Sismos

Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

Ver artículos...
Volcanes

Volcanes

Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

Ver artículos...
Instrumentos

Instrumentos

La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

Ver artículos...

La mañana de hoy, 25 de abril del 2025, un sismo de magnitud 6.1 se registró en las costas de la provincia de Esmeraldas. El sismo, ocurrido a las 06h44 de la mañana, alarmó a gran parte de la población ecuatoriana.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 1.- Localización del sismo de la mañana del 25 de abril de 2025.


¿Qué fue lo que pasó?
A los pocos segundos, el sistema de detección y análisis del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN), localizó y calculó la magnitud del evento y, 2 minutos después, tenía ya una solución confiable.

A los 2.5 minutos de ocurrido el evento, se comunicó vía radio la localización y magnitud del evento a la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

A los 3 minutos de ocurrido el evento, el sistema envió de forma automática la solución por correo electrónico a las autoridades y publicó en la página web del IG-EPN. El envío de la solución hacia redes sociales sufrió un bloqueo temporal por el colapso del servidor debido a una alta demanda de visitas de la ciudadanía a la página web.

A los 4 minutos de ocurrido el evento, se comunicó vía telefónica a la SGR.

A los 7.5 minutos de ocurrido el evento, la solución revisada por el analista de vigilancia estuvo lista.

A los 9 minutos de ocurrido el evento, la solución revisada se envió por correo electrónico y se actualizó en la página web del IG-EPN. El envío hacia redes sociales continuaba bloqueado.

Finalmente, la solución revisada fue publicada en forma manual en todas las redes sociales a los 15 minutos, aproximadamente, de ocurrido el evento.

El informe sísmico especial, que contiene aspectos técnicos del sismo que requiere un análisis más complejo, se publicó aproximadamente 2 horas después.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 2.- Demora en los servidores por el alto tráfico de usuarios entrando al sitio web del IG-EPN.


¿Demora en la comunicación de la información?
Es importante señalar que los tiempos de cálculo y comunicación de los parámetros del sismo a las autoridades, a través de los medios convencionales (radio, teléfono y correo electrónico), fueron breves y se ajustaron al protocolo establecido con la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR). Asimismo, la información fue publicada oportunamente en la página web del IG-EPN.

No obstante, la difusión automática en redes sociales se vio afectada debido al colapso temporal del servidor, provocado por un alto tráfico de visitas registrado en los minutos posteriores al evento. Esta situación generó una demora y obligó a realizar la publicación de manera manual en las plataformas sociales del IG-EPN. En esta ocasión, lamentamos no haber logrado compartir la información con la ciudadanía en el tiempo oportuno que caracteriza nuestros protocolos de comunicación.

Tras el evento, el área de Sistemas del IG-EPN identificó rápidamente la causa de la falla y procedió a solucionarla, implementando medidas para evitar su recurrencia en el futuro. No obstante, es importante reconocer que ningún sistema es completamente infalible, por lo que resulta fundamental continuar fortaleciendo nuestros protocolos de respuesta.

Paralelamente, los técnicos del Centro de Monitoreo y del Área de Sismología se mantuvieron activos desde las primeras horas, registrando las réplicas, atendiendo las inquietudes de la ciudadanía y brindando información técnica a través de entrevistas con diversos medios de comunicación.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 3.- Colapso parcial de estructuras y caída de fachadas en casas de Esmeraldas, tras el sismo de la mañana del 25 de abril de 2025.


¿Qué hace el Instituto Geofísico después del evento?
Desde la ocurrencia del sismo, el personal del Instituto Geofísico ha desplegado esfuerzos en cuatro líneas de acción prioritarias:
1. Intensificación del monitoreo para registrar y analizar posibles réplicas;
2. Recolección y análisis de datos provenientes de las estaciones acelerográficas con el fin de evaluar la intensidad del sismo y sus posibles efectos en superficie;
3. Con el respaldo logístico de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), ejecución de una comisión técnica en la zona afectada para instalar una red sísmica temporal que permita registrar réplicas y caracterizar con mayor precisión la zona fuente;
4. Realización de una segunda comisión técnica, con el apoyo del personal de la Facultad de Ingeniería Civil de la EPN, en la zona afectada para levantar información sobre los daños ocasionados y evaluar la intensidad macrosísmica del evento.


¿Qué debemos esperar?

Desde hace varios años, investigaciones llevadas a cabo por el IG-EPN han evidenciado una significativa deformación tectónica y acumulación de energía en el sector norte de la provincia de Esmeraldas. Estos hallazgos sugieren una alta probabilidad de que, en el mediano o largo plazo, se produzca en esta región un sismo de gran magnitud, con potencial destructivo y capacidad de generar un tsunami.

Para saber más de este tema visita el siguiente enlace: https://www.igepn.edu.ec/interactuamos-con-usted/1971-ponencia-de-la-msc-patricia-mothes-en-el-4th-lacsc-sobre-monitoreo-con-gps-y-alerta-temprana-de-tsunamis-en-la-costa-de-ecuador

Conscientes de esta realidad, la SGR, el INOCAR y el IG-EPN han trabajado conjuntamente en el desarrollo de un sistema de alerta temprana para tsunamis, con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta ante eventos de este tipo. En esa misma línea, durante los últimos años se han llevado a cabo varios simulacros nacionales de tsunami, el más reciente de los cuales se realizó el pasado 31 de enero. Esta actividad conmemoró el gran sismo de 1906, ocurrido frente a las costas de Esmeraldas y Nariño, considerado el evento sísmico de mayor magnitud registrado en la historia del país, con un valor estimado de 8.8. Este terremoto estuvo acompañado de un tsunami que impactó diversas zonas del litoral ecuatoriano y colombiano.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 4.- Representación artística de las consecuencias del sismo y tsunami de Esmeraldas-Tumaco en 1906. Imagen generada con AI en base a los registros históricos. S. Vaca/IG-EPN (2025).


Los sistemas de alerta temprana de Google-Android
Es importante reconocer que, durante el sismo ocurrido en la mañana de hoy, el sistema de alerta temprana de Google Android tuvo un desempeño destacado. Este sistema, que se encuentra en constante desarrollo, funciona a partir de los acelerómetros integrados en los teléfonos móviles de los usuarios del sistema operativo Android, lo que lo convierte, posiblemente, en la red sismológica más extensa del mundo en términos de cobertura y número de sensores.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 5.- Notificaciones recibidas por la población mediante Smartphones, gracias al SAT de Google-Android.


Para saber más sobre el sistema de alerta temprana de Google-Android visita el siguiente enlace: https://www.igepn.edu.ec/interactuamos-con-usted/1998-sistemas-de-alerta-temprana-sismica-una-nueva-propuesta-en-tu-telefono-inteligente

Es importante señalar que, al igual que los sistemas informáticos del IG-EPN, el sistema de alerta temprana de Google Android no es completamente infalible, ya que depende en gran medida de la disponibilidad y conectividad de los teléfonos móviles de los usuarios. Esta limitación quedó evidenciada durante el sismo del 5 de febrero del presente año, cuando el acceso limitado a la red celular afectó su funcionamiento en algunas zonas. (https://www.igepn.edu.ec/interactuamos-con-usted/2211-las-limitaciones-del-sistema-de-alerta-temprana-sismica-de-google-android-el-sismo-de-la-madrugada-del-05-de-febrero-de-2025).

La sismología es una ciencia dinámica en constante evolución desde su consolidación como disciplina formal a finales del siglo XIX. A lo largo de su desarrollo, ha logrado avances significativos que no solo han permitido la implementación de sistemas de detección y monitoreo sísmico, sino también una comprensión cada vez más profunda de la dinámica y el comportamiento de los terremotos. Estos logros alimentan la esperanza de que, en el futuro, sea posible contar con sistemas de alerta temprana cada vez más precisos e incluso, eventualmente, con la capacidad de pronosticar eventos sísmicos con antelación.

El personal del IG-EPN se encuentra comprometido con el constante fortalecimiento de sus redes de monitoreo y sistemas informáticos. Asimismo, mantiene una vigilancia ininterrumpida las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sobre las amenazas sísmicas y volcánicas, en cumplimiento de su misión de observar estos fenómenos naturales y proporcionar a la ciudadanía información precisa, confiable y oportuna.

El Sismo de Esmeraldas del 25 de abril de 2025
Figura 6.- Infografía sobre la Operación del Centro TERRAS con Patty la Vulcanóloga, personaje institucional del Instituto Geofísico. D. Sierra / IG-EPN.



D. Sierra / M. Segovia/ B. Bernard
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional

 

El potente sismo registrado el miércoles junto a la isla indonesia de Sumatra desencadenó el pánico en la zona pero sin causar grandes daños y demostró la eficiencia del sistema de alerta instaurado tras el tsunami de 2004, que engulló a más de 220.000 personas.

"Todo ha ido muy bien. El sistema funcionó como previsto", explica Denis Okello, portavoz en Jakarta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), agencia de la ONU, quien se felicita de que el sismo del miércoles no fuera más mortífero.

De magnitud 8,6, el temblor dejó cinco muertos, al menos dos ellos por motivos cardiacos, según un balance oficial publicado el jueves por la mañana.

La normalidad volvía así a Banda Aceh, capital de la provincia de Aceh, situada a poca distancia del epicentro, observó una periodista de la AFP. Los campesinos volvían a sus arrozales y los alumnos al colegio, y no se observaban daños importantes.

El sismo provocó sin embargo el pánico entre la población, al avivar el espectro del tsunami que mató a más de 220.000 personas el 26 de diciembre de 2004 en el conjunto del litoral del océano indio.

Pero esta vez, en cuanto que se registró el temblor, la Agencia Indonesia de Geofísica (BMKG) bombardeó a los habitantes y autoridades con mensajes en los móviles y los correos electrónicos, advirtiendo de la inminencia de un tsunami. La marejada finalmente fue muy limitada, con olas de apenas un metro, lo cual provocó el levantamiento de la alerta unas horas después.

Pero la población de Sumatra estaba igualmente fuera de peligro, dado que tras la alerta del BKMG "las autoridades locales activaron las sirenas (instaladas tras el tsunami de 2004) y los habitantes se desplazaron hasta las alturas, como lo habían aprendido durante ejercicios de evacuación", explica Denis Okello a la AFP.

"Las paredes de las clases se pusieron a temblar. Salimos todos", recuerda Nunik Nurwanpi, institutor que lleva una clase de alumnos de entre 6 y 12 años en Banda Aceh. "La gente comentaba que una alerta de tsunami se había emitido entonces nos precipitamos hacia las colinas".

"Nos han bastado tres minutos máximo para emitir el alerta", se felicita Suharjono, responsable de la oficina de sismos de la agencia indonesia.

La misma rapidez operó en otras partes del litoral del océano indio. "Empezamos a evacuar a la gente diez minutos" tras el sismo, indica Namrata Majumdar, un responsable del centro de vigilancia de las catástrofes naturales en las islas indias de Andaman y de Nicobar, duramente sacudidas en 2004.

Después del tsunami de aquel año, se instalaron indicadores de nivel en el litoral para vigilar los movimientos del agua. Gracias a este mecanismo, las autoridades sabían "que un tsunami podía sacudir la costa en los 50 minutos que venían", explica Suharjono.

El sistema, que costó 100 millones de euros, "funciona bien", aseguró el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono.

bur-lv/at/arz

Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/3888831/04/12/el-sismo-indonesio-probo-la-eficiencia-del-sistema-de-alerta-por-tsunami.html

El científico estadounidense que se radicó en el país fundó el instituto geofísico de la politécnica nacional

Este investigador, quien llegó en 1972 a Ecuador, quedó encantado con los volcanes, en particular, con el Cotopaxi. Decidió quedarse en Quito y contribuir al estudio sísmico y volcánico.

Dr. Minard Hall
Científicos como Minard Hall nunca se jubilan. Este estadounidense, quien vive en Tumbaco, realiza estudios de campo junto a su esposa. Foto: Marco Salgado / El Telégrafo

Su interés por conocer la dinámica de la Tierra surgió cuando Minard Hall vivía en su natal San Francisco, una ciudad estadounidense golpeada por varios terremotos. Cuando apenas era un niño vivió la primera gran ‘sacudida’ en el aula de clases de su escuela.

Con el tiempo se acostumbró a los temblores y a los simulacros que los profesores organizaban para prevenir en caso de emergencias. Él y sus compañeros aprendieron a salir en fila india del salón de clases en forma ordenada y sin empujarse; siempre tomados de las manos.

En esta ciudad, caracterizada por su intensa actividad sísmica, creció este geólogo, fundador del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Hall nunca dudó en seguir esta carrera ni sacrificar horas de sueño para comprender lo que ocurre en el interior de un planeta que está en permanente movimiento.

Casi a la par de su pasión por la Geología, creció su interés por el andinismo, una actividad que le permitió aproximarse más a la naturaleza. Cuando finalizó los estudios universitarios decidió seguir el doctorado en Geología en Cleveland, Ohio, donde se especializó en Petrología y Geoquímica.

Al finalizar su especialización tomó un avión rumbo a América Latina, un continente que siempre quiso conocer desde que inició sus estudios universitarios. “Siempre pensé ir a otro país. Mi intención no era trabajar en Estados Unidos”. El primer país que visitó en Latinoamérica fue Colombia.

Llegó a Bogotá con muchas expectativas, porque fue contratado como catedrático del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Bogotá.

En esta ciudad permaneció alrededor de 2 años. “En Bogotá, en las proximidades de la Cordillera Real, no hay volcanes, así que pensé en seguir viajando con el interés de verlos de cerca”. Llegó a Quito en 1972 por una invitación que le extendió la Politécnica Nacional para reabrir la Facultad de Geología, Petróleos y Minas.  
Tierra de los volcanes

Al conocer la capital de Ecuador quedó encantado con los volcanes que la rodean y no dudó en radicarse en esta ciudad. Cuando dictaba la cátedra de Geología, solía llevar a sus estudiantes de la facultad al campo para que comprendieran los fenómenos volcánicos.

Sus primeras publicaciones giraron en torno a los peligros potenciales del volcán Cotopaxi, uno de los  preferidos de Hall.

Aunque las obligaciones académicas copaban la mayor parte de su tiempo, el geólogo estadounidense siempre encontraba tiempo para practicar andinismo.

Un tiempo después de incorporarse a la Politécnica Nacional,  pensó en la posibilidad de conformar un centro de estudios dedicado al estudio del volcanismo y de los riesgos sísmicos.

Ambas áreas, pese a su importancia, eran prácticamente desconocidas en Ecuador. La propuesta de este geólogo, que pronto se divulgó en la Politécnica, fue bien recibida y finalmente su propuesta se materializó a principios de la década del 80.

Desde el principio, el propósito del Instituto Geofísico, creado en 1983, fue estudiar la actividad volcánica y sísmica del país. En ese año, Minard Hall fue nombrado director de esta entidad, posición que desempeñó hasta 1997.

En un principio, eran pocos los investigadores que trabajaban con él en la institución, entre ellos Hugo Yepes, exdirector del Geofísico; y el vulcanólogo Patricio Ramón.

Con el transcurso del tiempo se incorporó un mayor número de investigadores, algunos provenientes del Observatorio Astronómico, situado en el parque La Alameda, donde en la década del 70 se realizaban tareas de monitoreo sísmico.

“Vinieron algunos técnicos del observatorio, incluida la secretaria”, recuerda. En aquella época, indica, los ecuatorianos aún no entendían la importancia de estudiar los eventos sísmicos y los volcanes, pero, a pesar del poco interés, consiguió que el Instituto Geofísico fuera reconocido en el exterior.

Gracias a su gestión, y al apoyo de sus colegas, esta institución fue reconocida, en 1992, por ser el mejor programa a escala mundial en la mitigación de desastres.

Además, esta entidad consiguió varios proyectos financiados por la Organización de Asistencia en casos de Desastres de las Naciones Unidas, Undro, y de AID de Estados Unidos, así como otros proyectos con la ayuda de la Organización de Estados Americanos (OEA).    

Según los registros del geofísico, con toda la ayuda financiera fue posible adquirir la instrumentación que permitió enfrentar las reactivaciones de los volcanes Guagua Pichincha, Tungurahua, Cotopaxi y Reventador, en 1998. El Instituto Geofísico incluso recibió el Premio Internacional Sasakawa de las Naciones Unidas.  

Bajo la dirección de Minard Hall, el Instituto Geofísico se convirtió en un centro de monitoreo e investigación de los fenómenos volcánicos y sísmicos. El trabajo de los vulcanólogos y geólogos, muchos formados por Hall, generan importantes reportes sobre la actividad sísmica y dan alertas tempranas frente a las amenazas volcánicas.

El científico reside hace años en Tumbaco. En los alrededores de su vivienda no se observan casas ni hay carreteras próximas. En este lugar tan apacible vive con su esposa, la vulcanóloga Patricia Mothes, con quien ha desarrollado varias investigaciones publicadas en revistas internacionales.

Ambos investigadores, provenientes de Estados Unidos, han descubierto nuevos volcanes en la Cordillera Real, en sus continuas salidas de campo.

Hace más de 6 años, identificaron nuevos volcanes y los denominaron Lavas de Baeza, El Dorado, Centro Cosanga y otros. Los fines de semana -comenta- son el momento ideal para emprender nuevos recorridos y efectuar nuevos hallazgos.

Sus colegas comentan que lo poco que se conocía sobre volcanismo en Ecuador antes de que el Instituto Geofísico comenzara a funcionar, provenía del geógrafo alemán Teodoro Wolf. Con la contribución de Minard, este campo evolucionó. Por su aporte, lo consideran el mayor pilar de la vulcanología en Ecuador. Hall no tiene poses; nunca las tuvo. Confiesa que mientras tenga fuerzas seguirá recorriendo los volcanes. Los científicos, como él, nunca se jubilan.

DATOS

Minard Hall sigue activamente involucrado en investigaciones y los fines de semana, con frecuencia, realiza estudios de campo. Tiene una oficina en el Instituto Geofísico.

En su casa, situada en Tumbaco, tiene una huerta y un espacio para cultivar orquídeas. Siempre tiene tiempo para cuidar a sus 6 perros, que encontró en la calle, la mayoría, y los llevó a su vivienda.

Al académico le gusta la fritada con tortilla de papa y mote. Siempre que tiene la oportunidad compra una porción, porque su esposa, Patricia Mothes, mantiene una dieta vegetariana.

Este investigador incansable también ha realizado numerosos estudios de los volcanes del archipiélago de Galápagos. Dedicó muchos esfuerzos para conocer las islas y su historia natural. Según el geofísico, alrededor de 30 viajes hizo a las islas, muchos con personal del Instituto Smithsoniano de Washington DC. Sus investigaciones en el archipiélago fueron publicadas en la prestigiosa revista Science.

Andrea Rodríguez
El Telégrafo, noticia publicada el 29/04/2015

Miércoles, 16 Agosto 2017 13:05

El terremoto de Ibarra del 16 de Agosto de 1868

A la una y cuarto de la mañana del 16 de Agosto de 1868, dos sacudimientos sísmicos grandes separados pocos segundos arruinaron a la provincia de Imbabura. Las ciudades de Ibarra, Atuntaqui, Cotacachi, Otavalo y Urcuquí fueron completamente destruidas, así como muchos pueblos de sus alrededores. Según Pedro Fermín Cevallos, Otavalo perdió de 2500 a 3000 habitantes sin contar heridos y mutilados, Cotacachi 1300, Ibarra de 1200 a 1300, Urcuquí y sus alrededores 1200; Atuntaqui, Salinas, Tumbabiro e Imantag, algo más de 2300. El autor indica: “Para un sacudimiento como el de entonces, no cabía escape para edificios ni para mortales, pues fácilmente cayeron de cuajo los templos levantados sobre cimientos y muros de cal y canto como las casas construidas sobre adobes, de uno o dos pisos”. El Dr. García Moreno, nombrado Jefe Civil y Militar de la provincia indica que el terremoto dejó de 15 a 20.000 muertos (Amílcar Varela).

El terremoto de Ibarra del 16 de Agosto de 1868

Fig. 1 - Dibujo de las Ruinas de la catedral de Ibarra, por Riou, según croquis de Edouard André (1875-1882).


A la una y cuarto de la mañana del 16 de agosto de 1868, dos sacudimientos sísmicos grandes separados pocos segundos arruinaron a la provincia de Imbabura. Las ciudades de Ibarra, Atuntaqui, Cotacachi, Otavalo y Urcuquí fueron completamente destruidas, así como muchos pueblos de sus alrededores. Según Pedro Fermín Cevallos, Otavalo perdió de 2.500 a 3.000 habitantes sin contar heridos y mutilados, Cotacachi 1.300, Ibarra de 1.200 a 1.300, Urcuquí y sus alrededores 1.200; Atuntaqui, Salinas, Tumbabiro e Imantag, algo más de 2300. El autor indica: “Para un sacudimiento como el de entonces, no cabía escape para edificios ni para mortales, pues fácilmente cayeron de cuajo los templos levantados sobre cimientos y muros de cal y canto como las casas construidas sobre adobes, de uno o dos pisos”. El Dr. García Moreno, nombrado Jefe Civil y Militar de la provincia indica que el terremoto dejó de 15 a 20.000 muertos (Amílcar Varela).

Los efectos se sintieron también en el campo: “Los cerros se desquiciaron y la tierra se corrió como el agua en varios puntos. Los ríos se represaron con los derrumbes de las lomas y con sus desestancamientos hubieron espantosos aluviones que barrieron los bosques” (Teodoro Gómez de la Torre, citado por Amílcar Varela). Los deslizamientos de las estribaciones de los volcanes de la provincia como el Yanahurco, Cotacachi e Imbabura taponaron algunas quebradas y se generaron aluviones que cubrieron extensas zonas (El Ejido de Caranqui, la Banda, y la Calera en Cotacachi fueron zonas cubiertas por estos aluviones). Debido a la destrucción de los caminos, la comisión médica enviada desde Quito llegó a la provincia de Imbabura siete días después del terremoto.

El terremoto de Imbabura del 16 de agosto de 1868
Foto 1. Rafael Troya "Terremoto de Ibarra de 1868" (1895). Colección Centro Cultural el Cuartel, Ibarra.


La población sobreviviente de Ibarra se reasentó en la zona de la parroquia La Esperanza. Tres años y seis meses más tarde retornaron a su antigua localidad.

La magnitud estimada del sismo en base a la distribución de intensidades de 7.3 (Beauval y colaboradores 2010), que lo convierte en uno de los terremotos más grandes generado por fallas tectónicas de la corteza continental en el país. Identificar la fuente sísmica de este terremoto se ha convertido en una tarea difícil y compleja por la falta de información sismológica en esa época ya que la primera estación sísmica en el país se instaló 36 años más tarde. Se han realizado estudios neotectónicos donde se ha conjeturado que el terremoto se habría originado en la falla tectónica de Otavalo (Eguez y colaboradores, 2003) o en el sistema de fallas de Billecocha (Saqui, 2019 y Jomard et al., 2021) que se encuentra en los páramos de la cordillera occidental, entre el Cotacachi y el Yanahurco.

Es importante señalar que el terremoto de Imbabura fue precedido por otro evento de menor magnitud con epicentro en zona de El Angel, provincia del Carchi, que ocurrió cerca de las 16h00 del 15 de agosto y que afectó a las poblaciones de El Ángel y Mira. Este sismo ha sido atribuido a la falla tectónica El Angel que está descrita por Eguez y colaboradores (2003).

El Instituto Geofísico mantiene la vigilancia y el estudio sísmica de la provincia de Imbabura con una red de 6 estaciones sísmicas, cuatro en los alrededores de Cuicocha, una en el flanco occidental del Imbabura, en Chachimbiro, incluyendo una estación de la Red Mundial y cinco acelerógrafos instalados en las zonas urbanas Ibarra, Otavalo, Atuntaqui y Cotacachi.


M. Ruiz Romero
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional