Actualmente el volcán Cotopaxi se encuentra con poca sismicidad (10-15 eventos por día) y el resto de los parámetros de monitoreo no indican valores que causen preocupación. Sin embargo, el monitoreo de este volcán (el cual se ubica cerca de la capital y el mismo que se reactivó con baja intensidad a medianos del 2015) es continuo y es llevado a cabo de una manera seria y constante por parte de los técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN). El volcán cuenta con la red instrumental más moderna del país y con observación 24/7 desde el IGEPN. Una de las amenazas principales de este volcán, en caso de reactivarse en una intensidad importante, es la generación de lahares (flujos de lodo y escombros) que podrían viajar largas distancias por los drenajes que nacen en el volcán.