El 21 de octubre y el 26 de noviembre de 2022 el volcán Cotopaxi produjo dos caídas de ceniza, la primera restringida en la zona cercana al volcán y la segunda, mucho más amplia afectando incluso a la parte sur de Quito.
La ceniza de ambos eventos fue recolectada por personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) lo más pronto posible después de las caídas y se inició el proceso de preparación de las muestras para su análisis y posterior interpretación. Este es un procedimiento estandarizado en el que se siguen una serie de pasos para asegurar la calidad de los resultados. Aquí les presentamos cómo trabajamos con la ceniza volcánica.
¿Cómo se recolecta la ceniza volcánica?
Tenemos al menos dos posibilidades:
1.- Toma de muestras directamente sobre las superficies afectadas: Lo ideal es recoger la ceniza depositada sobre una superficie previamente limpia. Por ejemplo, sobre un techo limpio, sobre el capó o el parabrisas de un vehículo limpio, u otro. Es importante medir el área de recolección para calcular la carga (masa de ceniza por unidad de área, típicamente expresado en kg/m2 o g/m2). Si el depósito tiene más de 1 mm de espesor, también se puede medir este parámetro (Figura 1).
2.- Toma de muestras en cenizómetros: El personal del IG-EPN ha diseñado recolectores especiales de ceniza llamados cenizómetros (Bernard, 2013). Se han instalado cenizómetros en zonas cercanas a volcanes activos y también en todo el territorio ecuatoriano gracias a la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE). Estos dispositivos ayudan a la medición (espesor, carga y densidad) y recolección de la caída de ceniza y también se utilizan en otros países como Perú, Colombia, Chile, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. Una vez que cae la ceniza, se mide el espesor (hasta 0,1 mm según el modelo) y se recoge el material. Luego se limpia el cenizómetro y queda listo para una siguiente caída. Estos cenizómetros tienen la gran ventaja de permitir el muestreo de la ceniza (aún en caso de eventos con muy poca ceniza emitida) y proteger la ceniza del viento o la lluvia, de tal manera que la muestra que se obtiene es prácticamente inalterada (Figura 2).
Independientemente del método de recolección, la muestra es sellada en una funda plástica y etiquetada para su posterior análisis. La información clave que debe tener la etiqueta es el nombre del lugar de muestreo con las coordenadas GPS (latitud, longitud y altitud), la fecha de recolección y el área de muestreo. Se puede añadir información sobre la humedad, la masa in situ, indicios de alteración o contaminación de la muestra, etc. (Figura 3).
¿Cómo se analiza la ceniza volcánica?
Secado de las muestras: El primer paso del análisis de la ceniza es secar las muestras en una mufla (horno especial de laboratorio) a una temperatura de 40 a 60 °C por 24 a 48 horas dependiendo de su humedad (Figura 4).
Pesado de las muestras: En el segundo paso se pesa la ceniza seca con una balanza electrónica. Esto permite calcular con precisión la carga de ceniza seca en los diferentes sitios de muestreo y determinar si la caída de ceniza es muy leve (<10 g/m2), leve (10-100 g/m2), moderada (100-1000 g/m2), fuerte (1-10 kg/m2) o muy fuerte (>10 kg/m2). El nivel de impacto de la caída de ceniza sobre la agricultura, la ganadería y las infraestructuras depende en gran medida de la carga. Por ejemplo, una caída muy leve no provoca daños significativos en cultivos como la papa y el maíz, mientras que una caída muy fuerte puede provocar su destrucción total (Figura 5).
Tamizado de las muestras: Este ensayo utiliza tamices con aperturas de diferentes diámetros y tiene dos propósitos. En primer lugar, permite obtener la distribución de tamaño de las partículas desde 45 mm hasta 63 µm (0,063 mm). El IG-EPN completa el análisis granulométrico utilizando un analizador de partículas que mide con un láser el tamaño de las partículas entre 5 mm y 30 nm (0,00003 mm). Así se puede clasificar y determinar si la ceniza puede tener afectación a la salud, ya que cuanto más fina es la ceniza, más profundo ingresa en nuestro sistema respiratorio. En segundo lugar, el tamizado separa la ceniza por tamaño, lo cual es necesario para comprender los dinamismos eruptivos, en particular el grado de fragmentación del magma (Figura 6).
Clasificación de la ceniza: Se selecciona una o más fracciones de un tamaño representativo de la muestra de ceniza para observarlas con un microscopio binocular (Figura 7). Para facilitar el análisis primero se lava las fracciones deseadas en un baño de ultrasonido para que los granos estén perfectamente limpios. El análisis con el microscopio binocular permite identificar los componentes de la ceniza. La ceniza volcánica puede tener material juvenil (el cual representa directamente al magma que está generando la actividad volcánica), material accidental (que proviene típicamente del conducto volcánico y se ha acumulado durante erupciones pasadas), material híbrido (proveniente de la interacción del magma con el sistema hidrotermal del edificio volcánico), entre otros (Figura 8).
Separación de la ceniza: Se escoge bajo el microscopio binocular los granos de material juvenil con el fin de identificar las características del magma que está produciendo la actividad volcánica. El material juvenil tiene un aspecto fresco (sin ningún tipo de alteración), brillo vítreo, es angular y generalmente presenta vesículas (estructuras redondeadas que se forman debido a la presencia de burbujas de gas en el magma; Figura 9).
Análisis textural de la ceniza: Los granos seleccionados se pueden analizar en un microscopio electrónico de barrido (SEM=Scanning Electron Microscope) o, para mayor precisión, pueden ser pegados con una resina especial sobre un soporte que permitirá su análisis en un instrumento llamado microsonda electrónica (EMP= Electron microprobe). Como no existe este tipo de instrumento en el Ecuador, el IG-EPN envía los granos seleccionados al Laboratorio Magmas y Volcanes en Clermont-Ferrand, Francia, donde nuestros colegas y colaboradores preparan las muestras en los soportes, las pulen y las cubren con una capa de carbono para que se pueda realizar el análisis puntual por bombardeo de electrones a la muestra. Este instrumento permite tomar imágenes de altísima resolución de los granos de ceniza analizados y comprobar su carácter juvenil (Figura 10).
Análisis químicos de la ceniza: la microsonda electrónica permite además obtener la composición química del vidrio volcánico y de los minerales de la ceniza. Estos resultados se grafican en diferentes diagramas para clasificar al magma en función de su composición química, y para compararla con composiciones del mismo volcán u otros volcanes de similar comportamiento. Esto permite determinar la naturaleza del magma y aporta a la generación de los escenarios eruptivos (Figura 11).
Condiciones pre-eruptivas del magma: Con las composiciones del vidrio de la matriz y de los minerales se puede aplicar geotermómetros y geobarómetros especializados (Putirka, 2008) que permiten calcular la temperatura y otros parámetros, a los cuales se encontraría el magma en el reservorio o cámara magmática. En este caso las temperaturas calculadas en base a estas composiciones están entre 850 y 1050 °C.
El IG-EPN seguirá recolectando la ceniza proveniente del Cotopaxi con el fin de entender de mejor manera el origen del magma responsable de la actividad volcánica actual y de generar escenarios eruptivos acordes con sus características.
Estos análisis de alta precisión son posibles gracias a la colaboración que el IG-EPN mantiene con el Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD), el Laboratorio Magmas y Volcanes de Clermont-Ferrand y el Departamento de Geología de la EPN.
Referencias
P. Samaniego, J.L. Devidal, F. Schiavi
Centre national de la recherche scientifique
Institut de Recherche pour le Développement
Laboratoire Magmas et Volcans
Université Clermont – Auvergne
Observatoire de Physique du Globe de Clermont-Ferrand
D. Narváez
Departamento de Geología
Escuela Politécnica Nacional
S. Hidalgo, B. Bernard, A. Vasconez, E. Telenchana, M. Almeida, M. Córdova, M. Encalada, F.J. Vásconez, D. Sierra.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Entre el 18 y el 20 de septiembre de 2022, técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron la recolección de muestras de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1).
Trabajo de campo
El volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, es uno de los volcanes más activos del país. Desde 2019 presenta una actividad eruptiva catalogada como de nivel moderado a alto. Han ocurrido constantes emisiones y caídas de ceniza que han afectado ampliamente a comunidades localizadas al Occidente del volcán. La ceniza puede resultar peligrosa para la salud, causando irritación de piel y ojos, así como problemas respiratorios. De igual forma la ceniza ha impactado la agricultura y ganadería. El mantenimiento de los cenizómetros permitió a los técnicos del IG-EPN recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 12 de septiembre y el 18 de octubre de 2022 (Fig. 2). Durante este periodo se han reportado 158 alertas de dispersión de ceniza poco energéticas (menor a 3000 metros sobre el nivel de cráter), una de las cuales alcanzó hasta 450 km de distancia desde el volcán según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC). Estas emisiones de ceniza se dirigieron principalmente hacia el occidente y noroccidente del volcán, sobrepasando la línea costera y provocando caída de ceniza principalmente en la provincia de Chimborazo.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones:
Posteriormente, la ceniza recolectada es analizada en el laboratorio del IG-EPN para determinar su contenido, composición y principales características; esto permite obtener información fundamental para una mayor comprensión y evaluación de la amenaza.
Los cenizómetros son recipientes especialmente diseñados para la recolección de muestras de caídas de ceniza. Los datos obtenidos a través de esta red permiten a los técnicos llevar un control periódico de la dispersión y el volumen de ceniza que emiten los volcanes. Además, permiten recolectar muestras no contaminadas que se analizan posteriormente en laboratorio para conocer su composición y, en base a esto, evaluar la actividad de los volcanes en erupción y la peligrosidad de la ceniza volcánica emitida.
Por otra parte, los Observadores Volcánicos de varias comunidades de las parroquias Cebadas y Palmira del cantón Guamote también procedieron a realizar el mantenimiento de cenizómetros y entregar sus respectivos filtros (Fig. 3). En ese sentido, a varios Observadores se les explicó cómo realizar el mantenimiento y la forma de compartir la información recolectada y observaciones a través de la aplicación para celulares App_OV.
El Instituto Geofísico continuará con las campañas de recolección de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros del volcán Sangay en la provincia de Chimborazo.
E. Telenchana, A. Vásconez, M. Encalada
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Entre el 12 y el 15 de septiembre de 2022, en el marco del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron un Taller Interactivo con los pobladores de la comunidad San Antonio de Cebadas del cantón Guamote en la Provincia de Chimborazo. De igual forma capacitaron a líderes locales voluntarios de San Antonio de Cebadas para que formen parte de la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE).
Por otro lado, llevaron a cabo la recolección de muestras de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1).
El propósito de este proyecto es minimizar los efectos negativos de eventos adversos, como erupciones volcánicas y terremotos, sobre la salud y los medios de vida.
Trabajo de campo
El volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, es uno de los volcanes más activos del país. Desde 2019 presenta una actividad eruptiva catalogada como de nivel moderado a alto. Han ocurrido constantes emisiones y caídas de ceniza que han afectado ampliamente a comunidades localizadas al Occidente del volcán. La ceniza puede resultar peligrosa para la salud, causando irritación de piel y ojos, así como problemas respiratorios. De igual forma la ceniza ha impactado la agricultura y ganadería. El mantenimiento de los cenizómetros permitió a los técnicos del IG-EPN recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 15 de agosto y 12 de septiembre de 2022 (Fig. 2). Durante este periodo han ocurrido 113 alertas de dispersión de ceniza poco energéticas (menor a 3000 metros sobre el nivel de cráter), una de las cuales alcanzó hasta 700 km de distancia desde el volcán según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC). Estas emisiones de ceniza se dirigieron principalmente hacia el occidente y suroccidente del volcán, sobrepasando la línea costera y provocando caída de ceniza en las provincias de Chimborazo y Guayas.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones:
Posteriormente, la ceniza recolectada es analizada en el laboratorio del IG-EPN para determinar su contenido, composición y principales características; esto permite obtener información fundamental para una mayor comprensión y evaluación de la amenaza.
Los cenizómetros son recipientes especialmente diseñados para la recolección de muestras de caídas de ceniza. Los datos obtenidos a través de esta red permiten a los técnicos llevar un control periódico de la dispersión y el volumen de ceniza que emiten los volcanes. Además, permiten recolectar muestras no contaminadas que se analizan posteriormente en laboratorio para conocer su composición y, en base a esto, evaluar la actividad de los volcanes en erupción y la peligrosidad de la ceniza volcánica emitida.
Taller de capacitación
Cumpliendo con los objetivos del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” el día martes 13 de septiembre, se llevó a cabo un Taller Interactivo con la comunidad San Antonio de Cebadas, al cual asistieron 53 miembros de la población local (Fig. 3). Durante el desarrollo de este taller se trataron temas sobre el peligro sísmico y volcánico, con diferentes materiales como videos, maquetas, gigantografías, mapas, imágenes, muestras de ceniza, incluso al aire libre. Este taller permite a las comunidades indígenas comprender y prepararse mejor para las principales amenazas naturales y antrópicas que les preocupan. El objetivo de los talleres fue resolver con conocimiento técnico las principales inquietudes de los comuneros en torno a las múltiples amenazas e impacto sobre sus vidas, la agricultura y la ganadería; especialmente en relación a la caída de ceniza.
En horas de la tarde del martes 13 de septiembre se hizo la cordial invitación a los pobladores de San Antonio de Cebadas a formar parte de la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE) y se capacitó a varios líderes locales voluntarios de la comunidad que se integraron a la ROVE (Fig. 4). Los líderes locales voluntarios participaron en un taller más exhaustivo y detallado, donde aprendieron a reconocer los diferentes fenómenos volcánicos, en particular el de afectación por caída de ceniza. Conjuntamente se impartió una explicación del funcionamiento y de los componentes del cenizómetro. También se distribuyeron equipos, materiales e insumos a los líderes locales voluntarios para la construcción de varios cenizómetros. Asimismo, se explicó cómo realizar la instalación, mantenimiento y observaciones de los cenizómetros dentro de cada uno de los puntos seleccionados.
Por otra parte, el día miércoles 15 de septiembre, se procedió a realizar el mantenimiento de cenizómetros con los Observadores Volcánicos de varias comunidades de las parroquias Cebadas y Palmira del cantón Guamote (Fig. 5). En ese sentido, se les explicó cómo realizar su respectivo mantenimiento y la forma de compartir la información recolectada y observaciones a través de la aplicación para celulares App_OV.
El Instituto Geofísico continuará con capacitaciones a las comunidades para fortalecer su conocimiento, y con las campañas de recolección de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros del volcán Sangay en la provincia de Chimborazo.
E. Telenchana, B. Bernard
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Como parte de las tareas de monitoreo del volcán Sangay, un equipo del Área Técnica y el Área de Vulcanología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) llevó a cabo la instalación de dos cenizómetros automáticos (AACE-IG) diseñados por técnicos del IG-EPN. Estos fueron instalados en los poblados de Palmira y Guamote en la provincia de Chimborazo los días miércoles 14 y jueves 15 de septiembre de 2022.
Las actividades realizadas fueron:
Los cenizómetros automáticos AACE-IG son los primeros de su tipo en ser instalados para la recolección automática de muestras de ceniza. Su diseño permite controlar remotamente la duración de los periodos de muestreo, pudiendo recolectar hasta 21 muestras, además de enviar información en tiempo real sobre el peso de la muestra recolectada (Figura 3), también permite capturar imágenes para poder evaluar la cantidad y la condición del material recolectado de forma remota desde el IG-EPN.
Las localidades de Palmira y Guamote fueron elegidas para la instalación de los dos primeros prototipos del AACE-IG por su cercanía al volcán Sangay (~40 km) y su ubicación al Occidente de este volcán activo (Figura 4), ya que corresponde a la dirección predominante de los vientos y por tanto es la región afectada con más regularidad por caída de ceniza del volcán Sangay.
Los datos que generen los cenizómetros automáticos serán de gran ayuda para monitorear en tiempo real la caída de ceniza al occidente del volcán Sangay y poder así evaluar de mejor manera la afectación de este volcán activo en la provincia de Chimborazo. Además, al acortar el intervalo de tiempo de muestreo de semanas a días u horas, se posibilita un análisis cronológico más detallado de la evolución de las erupciones del Sangay.
El IG-EPN desea manifestar su agradecimiento por la colaboración del GAD parroquial de Palmira y el Cuerpo de Bomberos de Guamote quienes hicieron posible la instalación exitosa de estos equipos.
F. Mejía, A. Vásconez.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Entre el 15 y el 19 de agosto de 2022, técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN), en el marco del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), realizaron Talleres Interactivos con los pobladores de las comunidades del Centro Parroquial de Palmira y Atapo Santa Cruz del cantón Guamote, Provincia de Chimborazo.
Conjuntamente, capacitaron a líderes locales voluntarios de estas comunidades para que formen parte de la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE). Además, llevaron a cabo la recolección de ceniza y mantenimiento de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1).
El propósito de este proyecto es minimizar los efectos negativos de eventos adversos, como erupciones volcánicas y terremotos, sobre la salud y los medios de vida.
Trabajo de campo
El volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, es uno de los volcanes más activos del país y se encuentra en proceso eruptivo desde 2019. Las constantes emisiones y caídas de ceniza han afectado ampliamente a comunidades localizadas al occidente del volcán. La ceniza pude resultar peligrosa para la salud, causando irritación de piel y ojos, así como problemas respiratorios. De igual forma la ceniza ha impactado la agricultura y ganadería. El mantenimiento de los cenizómetros permitió a los técnicos del IG-EPN recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 18 de julio y 15 de agosto de 2022 (Fig. 2). Durante este periodo han ocurrido 110 alertas de dispersión de ceniza poco energéticas (menor a 3000 metros sobre el nivel de cráter), una de las cuales alcanzó hasta 500 km según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC). Estas emisiones de ceniza se dirigieron hacia el occidente y suroccidente del volcán, sobrepasando la línea costera y provocando caída de ceniza en las provincias de Chimborazo y Guayas.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones:
• Caída moderada: Reten (449,5 g/m2), Cashapamba (444.3 g/m2), San Nicolás (286,2 g/m2), Chauzán 02 (165,1 g/m2), Palmira (143,6 g/m2), Curiquinga 01 (139,9 g/m2), Chauzán 01 (116,9 g/m2, entre el 13/08 y 15/08).
• Caída leve: Curiquinga 02 (55,7 g/m2), Alausí (51 g/m2), Palmira Dávalos (43 g/m2), Chauzán 01 (42,6 g/m2, entre el 18/07 y 03/08), Cebadas (31,3 g/m2), Rayoloma (30,9 g/m2), Chauzán 01 (29,5 g/m2, entre el 03/08 y 13/08), Guamote (26,2 g/m2), Vía Oriente (24,8 g/m2), Chaguarpata (23,9 g/m2), Cebadas 02 (22,5 g/m2), Pallatanga (18,2 g/m2), Huigra (17,3 g/m2), Cumandá (15 g/m2), Utucún (14 g/m2).
• Caída muy leve: Punto Cero Atillo (8 g/m2), Flores (5,6 g/m2), Colta (1,4 g/m2), Piscinas de Atillo (0,5 g/m2).
Posteriormente, la ceniza recolectada es analizada en el laboratorio del IG-EPN para determinar su contenido, composición y principales características; esto permite obtener información fundamental para una mayor comprensión y evaluación de la amenaza.
Los cenizómetros son recipientes especialmente diseñados para la recolección de muestras de caídas de ceniza. Los datos obtenidos a través de esta red permiten a los técnicos llevar un control periódico de la dispersión y el volumen de ceniza que emiten los volcanes. Además, permiten recolectar muestras no contaminadas que se analizan posteriormente en laboratorio para conocer su composición y, en base a esto, evaluar la actividad de los volcanes en erupción y la peligrosidad de la ceniza volcánica emitida.
Taller de capacitación
El martes 16 de agosto, cumpliendo con los objetivos del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” se llevó a cabo un Taller Interactivo con la comunidad del Centro Parroquial Palmira (Fig. 3). Mientras que el miércoles 17 de agosto el Taller Interactivo se lo realizó con la comunidad de Atapo Santa Cruz (Fig. 4). Estos talleres permiten a las comunidades indígenas comprender y prepararse mejor para las principales amenazas naturales y antrópicas que les preocupan. El objetivo de los talleres fue resolver con conocimiento técnico las principales inquietudes de los comuneros en torno a las múltiples amenazas e impacto sobre sus vidas, la agricultura y la ganadería; especialmente en relación con el peligro sísmico y volcánico. Para el desarrollo de los talleres se utilizaron diferentes materiales como videos, maquetas, gigantografías, mapas, imágenes e incluso muestras de ceniza.
Por la tarde del martes 16 y miércoles 17 de agosto se capacitó a varios líderes locales voluntarios de las comunidades del Centro Parroquial Palmira (Fig. 5) y Atapo Santa Cruz (Fig. 6) respectivamente, que se integraron a la ROVE. Los líderes locales voluntarios participaron en un taller más exhaustivo y detallado, donde aprendieron a reconocer los diferentes fenómenos volcánicos, en particular el de afectación por caída de ceniza. Conjuntamente se impartió una explicación del funcionamiento y de los componentes del cenizómetro. También se distribuyeron equipos, materiales e insumos a los líderes locales voluntarios para la construcción de varios cenizómetros. Asimismo, se explicó cómo realizar la instalación, mantenimiento y observaciones de los cenizómetros dentro de cada uno de los puntos seleccionados.
Por otro lado, el lunes 16 y el jueves 18 de agosto, se procedió a realizar el mantenimiento de cenizómetros con los observadores de las diferentes comunidades de las parroquias Palmira y Cebadas (Fig. 7). Además, se les explicó, como realizar su respectivo mantenimiento y la forma de compartir la información recolectada y observaciones a través de la aplicación para celulares App_OV.
El Instituto Geofísico continuará con capacitaciones mediante Talleres Interactivos sobre los peligros volcánicos y sísmicos para fortalecer el conocimiento de las comunidades indígenas rurales de las parroquias de Cebadas y Palmira, así como con la recolección de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros del volcán Sangay en la provincia de Chimborazo. La capacitación continua permitirá comprender de mejor manera las amenazas y preparar planes de emergencia comunitarios para reducir los riesgos a los que están expuestos.
E. Telenchana, M. Córdova
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN), en el marco del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del 18 al 22 de julio de 2022 realizaron un Taller Interactivo con los pobladores de la comunidad Palmira Dávalos de la parroquia Palmira del cantón Guamote, Provincia de Chimborazo. Además, capacitaron a líderes locales voluntarios de la comunidad para formar parte de la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE). También llevaron a cabo la recolección de ceniza y mantenimiento de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1). El propósito de este proyecto es minimizar los efectos negativos de eventos adversos, como erupciones volcánicas y terremotos, sobre la salud y los medios de vida.
Trabajo de campo
El volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, se encuentra actualmente en proceso eruptivo desde 2019. Las frecuentes emisiones y caídas de ceniza han afectado mayoritariamente a las comunidades localizadas al occidente del volcán. La ceniza pude resultar peligrosa para la salud, causando irritación de piel y ojos, así como problemas respiratorios. De igual forma la ceniza puede afectar gravemente las cosechas y al ganado. El mantenimiento de los cenizómetros permitió a los técnicos del IG-EPN recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 19 mayo y 18 de julio de 2022 (Fig. 2). Durante este periodo han ocurrido 188 alertas de ceniza poco energéticas (<2300 metros sobre el nivel de cráter) según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC), las cuales se dirigieron hacia el occidente y suroccidente del volcán, llegando a afectar levemente a varias comunidades de la zona.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones:
Posteriormente, la ceniza recolectada será analizada en el laboratorio del IG-EPN para determinar su contenido, composición y principales características, lo cual permite obtener información fundamental para una mayor comprensión y evaluación de la amenaza.
Los cenizómetros son recipientes especialmente diseñados para la recolección de muestras de caídas de ceniza. Los datos obtenidos a través de esta red permiten a los técnicos llevar un control periódico de la dispersión y el volumen de ceniza que emiten los volcanes. Además, permiten recolectar muestras no contaminadas que se analizan posteriormente en laboratorio para conocer su composición y, en base a esto, evaluar la actividad de los volcanes en erupción y la peligrosidad de la ceniza volcánica emitida.
Taller de capacitación
El martes 19 de julio, cumpliendo con los objetivos del Proyecto se llevó a cabo un Taller Interactivo con la comunidad de Palmira Dávalos. Estos talleres permiten a las comunidades indígenas comprender y prepararse mejor para las principales amenazas naturales y antrópicas que los preocupan. El objetivo del taller fue resolver con conocimiento técnico las principales inquietudes de los comuneros en torno a las múltiples amenazas, especialmente en relación con el peligro sísmico y volcánico (Fig. 3). Para el desarrollo de este taller se utilizaron diferentes materiales como videos, maquetas, gigantografías, mapas, imágenes e incluso muestras de ceniza.
En la tarde del martes 19 de julio se capacitó a cuatro líderes locales voluntarios de la comunidad Palmira Dávalos que se integraron a la ROVE (Fig. 4). Los líderes locales voluntarios participaron en un taller más exhaustivo y detallado, donde aprendieron a reconocer los diferentes fenómenos volcánicos, en particular el de afectación por caída de ceniza. Conjuntamente se impartió una explicación del funcionamiento y de los componentes del cenizómetro, y se distribuyeron equipos, materiales e insumos a los líderes locales voluntarios para la construcción de varios cenizómetros. También se explicó cómo realizar la instalación, mantenimiento y observaciones de los cenizómetros dentro de cada uno de los puntos seleccionados.
Posteriormente, el día 20 de julio, se procedió a la instalación de cenizómetros con los observadores de la comunidad Ishbug Utucún (Fig. 5). Además, se les explicó cómo realizar su respectivo mantenimiento y la forma de compartir la información recolectada y observaciones a través de la aplicación para celulares App_OV. Por otro lado, los observadores de la comunidad Chauzán-San Alfonso y de Illbug Curiquinga, (Fig. 5) realizaron la recolección de ceniza y el mantenimiento respectivo de sus cenizómetros para entregar los filtros con ceniza a los técnicos del IG-EPN.
El Instituto Geofísico continuará con la recolección de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros del volcán Sangay en la provincia de Chimborazo, así como con capacitaciones mediante Talleres Interactivos sobre los peligros volcánicos y sísmicos para fortalecer el conocimiento de las comunidades indígenas rurales de las parroquias de Cebadas y Palmira. La capacitación continua permitirá comprender de mejor manera las amenazas y preparar planes de emergencia comunitarios para reducir los riesgos a los que están expuestos.
ET, AV
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Entre los días 16 y 19 de abril de 2022, en el marco del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron un Taller Interactivo con los pobladores de las comunidades de Illbug Utucún e Ishbug Curiquinga de la parroquia Cebadas, cantón Guamote, Provincia de Chimborazo. El objetivo es preparar a la población ante eventos como caídas de ceniza y terremotos. Además, capacitar a líderes locales voluntarios de las comunidades para formar parte de la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE). Adicionalmente, llevaron a cabo la recolección de ceniza y mantenimiento de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1). El propósito de este proyecto es minimizar los efectos negativos de eventos adversos, como erupciones volcánicas y terremotos, sobre la salud y los medios de vida.
Trabajo de campo
La continua actividad eruptiva del volcán Sangay desde el año 2019, ha generado varias caídas de ceniza, afectando principalmente la zona occidental del volcán de forma frecuente. El mantenimiento de los cenizómetros permitió a los técnicos del IG-EPN recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 18 de abril y el 19 mayo de 2022 (Fig. 2). Durante este periodo han ocurrido 65 alertas de ceniza poco energéticas (<2400 metros sobre el nivel de cráter) según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC), las cuales se dirigieron hacia el occidente del volcán, llegando a alcanzar levemente varias comunidades de la zona.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones:
• Caída leve: San Nicolás (15,9 g/m2), Guamote (11,7 g/m2), Unidad Educativa Emilio Uzcategui Cebadas (10,3 g/m2).
• Caída muy leve: Cebadas (8,4 g/m2), Cashapamba (7,5 g/m2), Cebadas 02 (7,0 g/m2), Chauzán 01 (6,5 g/m2), Palmira (5,1 g/m2), Juan de Velasco (5,1 g/m2, con estiércol de aves), Chauzán 02 (4,7 g/m2), Alausí (2,8 g/m2), Huigra (2,8 g/m2, entre el 16 de marzo y 18 de mayo), Flores (2,3 g/m2), Pallatanga (2,3 g/m2), Chaguarpata (1,9 g/m2), Piscinas de Atillo (1,4 g/m2), Cumandá (1,4 g/m2), Colta (1,4 g/m2), Punto Cero Atillo (0,9 g/m2).
Posteriormente, la ceniza recolectada será analizada en el laboratorio del IG-EPN para determinar el contenido, composición y principales características, que permite obtener información fundamental para comprensión y evaluación de la amenaza.
Entre el 15 y el 19 de febrero de 2022, en el marco del Proyecto “HIP Preparativos Sangay” financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), técnicos del IG-EPN llevaron a cabo la recolección de ceniza y el mantenimiento de la red de cenizómetros (recolectores de ceniza) ubicados en las comunidades al occidente del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1). Adicionalmente se realizó un taller de capacitación en la comunidad de Chauzan San Alfonso, parroquia de Palmira, cantón Guamote para preparar la población ante eventos como caída de ceniza y terremoto. El objetivo de este proyecto es minimizar los efectos negativos sobre la salud y los medios de vida.
Como parte de las tareas de vigilancia volcánica que desempeña el Instituto de Investigación Multidisciplinario “Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN)” y dentro del marco de cooperación del Proyecto Fortalecimiento de la preparación ante desastres y la recuperación en zonas indígenas propensas al impacto de múltiples amenazas y riesgos (HIP Preparativos Sangay) financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre el 15 y 17 de diciembre de 2021, el Técnico del Instituto Geofísico, en coordinación con el equipo técnico del proyecto, el GAD Municipal del Cantón Guamote a través de la Unidad de Gestión de Riesgos y los GAD Parroquiales Rurales de Cebadas y Palmira, se realizó el mantenimiento y la instalación de nuevos puntos de muestreo de la red de cenizómetros ubicados en las comunidades al occidental del volcán Sangay, en la Provincia de Chimborazo (Fig. 1). El objetivo de la instalación de estos cenizómetros es conocer con más precisión la caída de ceniza del volcán Sangay y de esta forma alertar a la población, para que puedan estar preparadas ante eventos como la caída de ceniza y minimizar los efectos negativos sobre la salud y los medios de vida.
Desde mayo de 2019, el volcán Sangay presenta una actividad eruptiva catalogada como de nivel moderado a alto, con emisiones casi continuas de gases, ceniza, flujos de lava, corrientes piroclásticas y lahares. Los parámetros superficiales muestran una continua emisión de nubes y caídas de cenizas sobre las comunidades localizadas al occidente del volcán.
Debido a las últimas emisiones de ceniza del volcán Sangay, miembros del Área de Vulcanología del IG-EPN e investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD) visitaron las poblaciones afectadas por caída de ceniza en las provincias de Chimborazo y Tungurahua, con el objetivo de tomar muestras de ceniza de estas erupciones.
Durante el recorrido realizado principalmente por las carreteras San Andrés – Riobamba – Cebadas, Riobamba – Guano y Chambo – Quimiag – Penipe – Puela; los técnicos tomaron muestras de ceniza y realizaron el mantenimiento de los cenizómetros de la red de vigilancia. Se recolectaron cerca de 50 muestras de ceniza dispersas a lo largo de los depósitos dejados por las erupciones del 6 y el 11 de marzo.
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