Entre el 25 y 27 de octubre de 2023, técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron actividades de vigilancia volcánica y adquisición de datos geomorfológicos en el volcán El Reventador, ubicado en el límite entre las provincias de Napo y Sucumbíos.
Trabajo de campo
El Reventador es uno de los volcanes más activos del país. Desde 2002, su actividad eruptiva está catalogada de moderada a alta, caracterizada por flujos de lava, explosiones y emisiones de ceniza.
Durante la visita de campo, las cámaras visuales y térmicas permitieron a los técnicos del IG-EPN registrar detalladamente la actividad del volcán (Figura 1). Utilizando aeronaves pilotadas a distancia (RPAs), se pudo observar que actualmente no hay flujos de lava activos en el volcán y que se están emitiendo nubes de ceniza desde dos cráteres, uno al sureste y otro al noroeste (Figura 2). Los datos obtenidos con los RPAs serán utilizados para estudios geomorfológicos del volcán.
Figura 1. Vigilancia del volcán El Reventador con cámaras fijas (izquierda) y RPAs (derecha) (Fotos: A. Vásconez/IG-EPN).
Figura 2. Ortofoto (izquierda) y modelo digital de elevación (derecha) del volcán El Reventador reconstruida en base a varias imágenes tomadas con un RPA (Figuras: B. Bernard/IG-EPN).
Además, se ha observado que las erupciones son menos energéticas que en años anteriores. La baja carga de ceniza en las emisiones también fue confirmada por caídas de ceniza muy leves a leves los días 26 y 27 de octubre a 3,6 km al este-sureste del cráter (Figura 3). Para realizar un seguimiento continuo de la caída de ceniza, los técnicos del IG-EPN instalaron dos cenizómetros a 3,6 y 7,4 kilómetros al este-sureste del cráter del Reventador, en el cantón de Chaco, provincia de Napo (Figura 3).
Figura 3. Izquierda: Caída de ceniza leve sobre un panel solar el día 27/10/2023. Centro y Derecha: Instalación de dos cenizómetros al este-sureste del cráter del Reventador (Fotos: A. Vásconez/IG-EPN).
Los cenizómetros son contenedores especialmente diseñados para recoger muestras de ceniza no contaminadas. Las muestras obtenidas permiten controlar periódicamente la dispersión y el volumen de cenizas emitidas por los volcanes. Posteriormente las muestras se analizan en el laboratorio para determinar su tamaño y su composición, y evaluar su peligrosidad. Esta información sirve para complementar la vigilancia instrumental del volcán.
Se extiende un agradecimiento al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), y a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) por los permisos correspondientes para realizar estas actividades.
Anais Vásconez, Benjamin Bernard
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional