Voice of America - Traducción: G. Merino / Google
Japón es uno de los países mejor preparados en el mundo para hacer frente a la amenaza de un tsunami. Los sistemas de alerta están en su lugar, y las barreras de hormigón anti-tsunamis abarcan gran parte de la línea costera. Pero la ira de la naturaleza del viernes 11 de marzo de 2011 fue demasiado grande para las medidas de protección tomadas por el hombre, planteando la pregunta de ¿qué salió mal?
Kate Woodsome, enviado del diario Voz de América, se comunicó con Synolakis Costas, un experto en el tsunami del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad del Sur de California, para averiguar la respuesta.
¿Qué salió mal con el sistema de alerta de tsunamis del Japón?
"Japón es uno de los países mejor preparados en la Tierra en términos de alerta de tsunamis. Tuvieron una advertencia. Es evidente que lo que salió mal es que no habían previsto la magnitud de este evento. Hay dos razones para ello. La una es que los japoneses no habían tenido ningún evento en su memoria reciente –los últimos 100 ó 150 años- tan grande como este. Y dos, los sismólogos y geofísicos no habían previsto como un gran terremoto como éste ocurriendo fuera de Japón. Entonces en ambos sentidos, una parte esencial del sistema de alerta es tener mapas de inundaciones y hacer planes para la gente. Creo que ésta es la parte del sistema que ha fallado."
Cuarenta por ciento de las costas de Japón está rodeado de muros de contención de hormigón. ¿Qué papel jugaron en este desastre?
"Los rompeolas de hormigón en muchos lugares en Japón tienen cerca de 10 metros de altura. En Sendai, tenían una altura cercana a los tres metros. Lo que esto muestra entonces es que, al menos en esa zona, que no esperaban una ola de este tamaño, puesto que hubieran construido diques más altos. De varias maneras, el malecón dificultó las cosas (para el tsunami), ya que de seguro es mejor que nada, pero, por otro lado, las olas fueron capturadas y, posiblemente, las personas desarrollaron una falsa sensación de seguridad, y los responsables de emergencias pensaron que había suficiente defensa, lo cual resultó no ser el caso. "
Deberían estas barreras ser rediseñadas, construirse más altas, ¿o es erróneo pensar que el hombre puede mantener a raya a la naturaleza?
"Bueno, ambas cosas. Creo que la nueva forma de pensar que estamos desarrollando en todo el mundo es que tenemos que construir la resiliencia de la comunidad. Esto suena holístico, pero en realidad es mucho más que eso. Una comunidad resilente ante los peligros costeros debe tener capacidad de recuperación, lo cual significa redundancias en todo: energía, transporte, agua, manejo de emergencias, la vivienda, todo. Si se sobreestima o se invierte demasiado en una parte del sistema, como la construcción de defensas costeras, y no se invierte en otras partes, como los sistemas de respaldo o sistemas redundantes, entonces se obtiene lo que acabamos de ver."