Los Andes del sur del Ecuador, a partir de la latitud de Riobamba, se caracterizan por no presentar volcanes activos. La presencia de zonas de subducción ha dado lugar a la ocurrencia de volcanismo continental permanente en el territorio ecuatoriano desde hace al menos 25 millones de años. Así, los estudios geológicos han mostrado que en el pasado sí debieron existir volcanes en la zona de Cuenca, por ejemplo, pero que toda actividad volcánica en dichas latitudes cesó hace al menos 1 millón de años. Esto se debe, en principio, a que las condiciones del interior de la Tierra que favorecían la formación de magmas cambiaron en esa época y no volvieron a aparecer. Más precisamente, los cambios ocurridos estuvieron relacionados a las características geométricas de la zona de subducción del sur del Ecuador, las cuales ahora impiden la formación de magmas y, por lo tanto, de volcanes.